El Gobierno apuesta a los dólares del sector energético -Vaca Muerta, el petróleo de Chubut y la energía eléctrica- como la fuerza motora para una recuperación de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA), mientras se sigue demorando la liquidación de divisas de la soja.
Según les dijeron el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, a los dueños de las sociedades de Bolsa en una reunión esta semana, las reservas se recuperarán en al menos US$ 1.200 millones en agosto, con el impulso del resultado comercial positivo de la energía.
Después de los dos meses más duros del invierno, con un déficit comercial energético por US$ 132 millones en junio, que se habría ampliado a US$ 700 millones en julio por las compras de combustibles y gas licuado, en agosto volvería el superávit.
Precisamente, según detectó la consultora Vectorial, en junio se había interrumpido una racha de 10 meses consecutivos con resultado positivo en la balanza comercial energético, por cuestiones estacionales y por la puesta en marcha del gasoducto de Vaca Muerta.
Las bajas temperaturas prolongadas en todo el país contribuyeron a la sobrecarga de importaciones de energía para no repetir los cortes de gas que hubo a fines de mayo, incluso a las industrias.
El impacto de la energía en la Argentina
Los agentes del mercado escucharon que ese resultado explicó el 100% de la caída de reservas de los últimos meses, excluyendo el pago de los bonos de la deuda pública -Bonares y Globales- el 9 de julio.
Producción de petróleo en Vaca Muerta. Foto: YPF.Incluso, en el Gobierno proyectan que en septiembre la diferencia entre exportaciones e importaciones de energía será positiva en US$ 400 millones.
En términos anuales, la Argentina obtendría un superávit comercial energético por 5.053 millones de dólares en 2024, producto de exportaciones por US$ 9.679 millones e importaciones por US$ 4.626 millones. Ese saldo treparía a US$ 7.340 millones en 2025, según los cálculos de la consultora Economía & Energía.
Vaca Muerta. Foto: Archivo Shell.«Para 2024 se observa un claro quiebre con respecto a la trayectoria que exhibió la balanza comercial energética a lo largo de la última década y media. Dicho superávit se alcanzaría gracias a un incremento de las exportaciones superior a los US$ 1.700 millones y a una disminución de las importaciones de casi US$ 3.300 millones con relación a lo verificado en el 2023», cuando hubo equilibrio comercial en el sector, dice el informe dirigido por Nicolás Arceo y Patricia Charvay.
El crecimiento de las exportaciones previsto para los años 2024 y 2025 se explica por el aumento en las exportaciones de petróleo crudo, principalmente con el shale oil de Vaca Muerta y la infraestructura de evacuación.
En 2024 saltarían US$ 1.600 millones en relación a 2023 hasta los US$ 5.487 millones, y en 2025 habría un adicional de US$ 1.100 millones más.
Las ventas al exterior de crudo promediarían los 183.000 barriles por día este año y unos 236.000 barriles por día el que viene, proyecta E&E.
Mientras tanto, el monto de las exportaciones de gas natural se reduciría levemente durante el corriente año, producto de la caída de los precios de exportación, ya que se contempla un incremento del volumen y se asume que los envíos al exterior promediarían los 8 millones de m3 diarios (MMm3/d).
Por el lado de las importaciones, continuará la tendencia decreciente por la caída en las compras de combustibles líquidos y gas natural, ante el aumento en la capacidad de transporte de la Cuenca Neuquina -principalmente, con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) inaugurado el año pasado-, observó la consultora.
En 2024, las compras de gas natural y gas licuado en el exterior bajarán 1.300 millones de dólares en relación al año anterior, alrededor de un 50% interanual.
Asimismo, las importaciones de gasoil se reducirían en más de US$ 1.000 millones en este ejercicio, gracias a la mayor disponibilidad de gas natural de producción local, con precios más bajos.
Hacia adelante, el progresivo alineamiento de los precios locales con los internacionales y el desarrollo de infraestructura de evacuación de los recursos serán claves.
En ese sentido, sigue pendiente la puesta en marcha de la planta compresora de Tratayén sobre el GPNK, que permite un ahorro de hasta US$ 5 millones diarios en invierno, y en los próximos 45 días se podría dejar lista la reversión del Gasoducto Norte, para suplir importaciones de Bolivia.