Las elecciones presidenciales de Estados Unidos, programadas para noviembre, están generando una gran expectativa en los mercados financieros globales. El presidente electo influirá significativamente en los sectores e industrias, definiendo ganadores y perdedores. Desde una perspectiva histórica y analizando los discursos de campaña, se pueden prever distintos escenarios de inversión.
Las políticas republicanas han sido tradicionalmente promercado, favoreciendo la desregulación y la baja de la carga tributaria corporativa. Donald Trump, fiel a esta tradición, ha expresado su apoyo a sectores clave como Energía y Combustibles Fósiles, y Defensa y Seguridad Nacional.
Con promesas de «independencia energética» y críticas a las energías limpias, una administración republicana podría favorecer ETFs como SPDR S&P Oil & Gas Exploration & Production (XOP). Los inversores que prefieran posiciones directas en el sector pueden considerar gigantes como ExxonMobil (XOM) y Chevron (CVX), potenciales ganadores bajo un gobierno republicano.
Históricamente, los republicanos han incrementado el presupuesto de defensa. Trump ha enfatizado la necesidad de mantener la «superioridad global» de Estados Unidos en defensa, lo que podría beneficiar al ETF iShares U.S. Aerospace & Defense (ITA) y a empresas como Lockheed Martin (LMT) y Raytheon Technologies (RTX).
Las administraciones demócratas, por otro lado, tienen sus sectores preferidos. Una victoria de Kamala Harris podría impulsar tanto Energías Renovables como Healthcare.
A diferencia de los republicanos, los demócratas suelen apostar por energías limpias. La administración Biden destinó más de 500 mil millones de dólares a infraestructura verde, beneficiando a empresas como NextEra Energy (NEE). Harris ha subrayado la importancia de acelerar la transición energética, haciendo del ETF iShares Global Clean Energy (ICLN) una opción atractiva. Empresas como First Solar (FSLR) y Vestas Wind Systems (VWS) también son apuestas individuales fuertes.
Las políticas de salud pública son un sello distintivo de los demócratas. Harris ha declarado que «la atención médica es un derecho, no un privilegio» y prometió ampliar el acceso. El Health Care Select Sector SPDR (XLV) ha sido favorecido en administraciones demócratas y ofrece un acceso amplio al sector. Inversiones en Moderna (MRNA) y Pfizer (PFE) también podrían beneficiarse de un triunfo de Harris.
Las encuestas muestran una paridad entre los candidatos, dificultando la elección del sector más prometedor. Para quienes prefieren no depender de un resultado electoral, sectores como Ciberseguridad y Biotecnología son apuestas interesantes.
En Ciberseguridad, la protección digital es una prioridad, independientemente del partido en el poder. Empresas como Palo Alto Networks (PANW) y CrowdStrike (CRWD) están bien posicionadas para crecer bajo cualquier administración, mientras que el ETF Global X Cybersecurity (BUG) ofrece una alternativa diversificada.
En Biotecnología, tanto republicanos como demócratas reconocen la importancia de esta industria, especialmente en un contexto post-pandémico. Amgen (AMGN) y Gilead Sciences (GILD) destacan por su crecimiento sostenido y fuertes inversiones en I+D.
En resumen, es posible aprovechar las oportunidades que ofrecen distintos sectores, dependiendo de quién gane. Mantenerse informado y elegir el momento adecuado para invertir será crucial para capitalizar la incertidumbre política y sacar provecho de la situación actual.