El último martes, un coqueto salón del barrio de Palermo se alteró con la vista de un grupo de intendentes del conurbano bonaerense. Los recios peronistas descendían de sus coches municipales sobre la Avenida del Libertador y preguntaban, desorientados, dónde festejaba su cumpleaños Federico Achaval.
El jefe comunal de Pilar había convocado a un festejo tranquilo con sus amigos, los alcaldes más afines y con los que comparte miradas, discusión y acciones políticas. La cita era en uno de los reductos gastronómicos de su familia y el menú que aguardaba a sus compañeros peronistas era un regio asado.
Achaval es un abogado especializado en derecho penal que desbancó a Juntos por el Cambio de la intendencia de Pilar en 2019 y gobierna desde entonces, con modos tradicionales peronistas pero que logró una férrea sintonía con el kirchnerismo: de hecho, Cristina Elisabet Kirchner ha hecho reuniones en ese distrito bonaerense en más de una oportunidad, como un célebre encuentro con actores como Rita Cortese, Gustavo Garzón y la muy mentada Victoria Onetto.
Federico Achaval, intendente de PilarEsta semana, el alcalde del norte del conurbano fue anfitrión de su grupo de amigos intendentes quienes llegaron para una comida relativamente íntima: Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gastón «Gato» Granados (Ezeiza), Mariano Cascallares (Alte. Brown), Federico Otermín (Lomas), Andrés Watson (Varela), Nicolás Mantegazza (San Vicente) y Gustavo «Tano» Menéndez, de Merlo.
Todos estaban al tanto de que sería algo tranquilo. Pero las sorpresas sucedieron: «Che, viene Máximo», le avisaron a uno que se quitaba la campera mientras intentaba disimular su estupor. Es que ese grupo de alcaldes cree que tienen un rol en las próximas discusiones del peronismo y que no deben ser funcionales a los intereses políticos de La Cámpora.
Máximo Carlos Kirchner llegó y lo hizo acompañado de Wado de Pedro, el hoy senador nacional quien se muestra muy activo cerca de Cristina y, como siempre, interesado en todos los sucesos judiciales como el discutido pliego de Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia.
Máximo y Wado rompieron el hielo con los caciques bonaerenses pero los aguardaba, aún, otra sorpresa: Martín Insaurralde también iba a asistir al ágape, en un relajado retorno a las reuniones políticas del peronismo provincial.
El ex intendente de Lomas y ex jefe de Gabinete bonaerense reapareció tras el «Bandido Gate», que fue la aparición de imágenes y mensajes donde se lo vio al otrora poderoso dirigente peronista en un yate de lujo con la modelo Sofía Clerici, que significó la salida de juego del lomense. Insaurralde se corrió de la política, mantiene diálogos subterráneos con sus ex pares distritales, con Máximo y con Sergio Tomás Massa pero sin intención de tener roce público. Hoy está recluido, con bajo perfil, en su casa de Banfield.
El asado conmemorativo de Achaval comenzó con diálogos más de fútbol, donde Máximo volvió a poner a su Racing Club en la charla, club hoy conmovido con la postulación a presidente del ídolo máximo del club, Diego Milito. Pero luego, el hijo de Cristina apeló a un latiguillo habitual en esas cumbres: «Quería aprovechar que se juntan para saber cómo ven ustedes la cosa».
Máximo Kirchner en Lomas de Zamora.Allí, el reducto palermitano se transformó en un conversatorio sobre la situación del peronismo. El joven Kirchner y Wado de Pedro escucharon la idea de varios de los alcaldes de que deben tratar de recomponer la relación con Axel Kicillof en virtud de «entender la situación donde estamos; hoy es un muy mal momento para ser intendente Milei no nos da un mango y nosotros no podemos pelear, debemos estar más juntos», según uno de los más cordiales.
Otro cacique fue más allá y hablando de las elecciones del año próximo, pidió: «Tenemos que entender que para lo que viene, hay que elegir los mejores candidatos, necesitamos ‘caras nuevas’». La charla, en la que Insaurralde se mostró callado y escuchando, volvió a evidenciar que hay ruidos entre quienes postulan que no haya pelea a cielo abierto en el peronismo bonaerense y los dirigentes camporistas que no cesan en su tensión con Kicillof, en una disputa con mirada hacia las listas tanto de la elección parlamentaria de 2025 como de la presidencial de 2027.
La Cámpora se muestra, para la mayoría de los intendentes, encerrados en defender lo propio, estar alineados en la idea de CFK de sumar pero con una línea dura y bajo su conducción. Y atentos a dirimir con fuerza con los más críticos del kirchnerismo en la interna oficial, como son el avellanedense Jorge Ferraresi o con Juanchi Zabaleta, intendente de Hurlingham quien denuncia un intento de escrache de los camporistas locales, en una actividad de la Iglesia local.
Insaurralde se retiró temprano y apenas dijo: “Yo estoy para acompañar y para sumar” y ratificó su intención de no volver a escena y cultivar el bajo perfil. «Está medio desconectado y en su casa», lo defendió un amigo que sabe que el teléfono del lomense mantiene línea con Máximo y Massa.
El cumpleaños le sirvió a Máximo Kirchner para mostrarse cerca de los jefes comunales en su afán de intentar robustecer una alianza política con los intendentes. Pero todos los jefes distritales tienen que mantener vivo el vínculo con el gobernador Kicillof, pues -más allá de gustos políticos- tienen que gestionar y hoy, no existen fondos de Nación, más allá de algunas charlas amables pero poco fructíferas con el jefe de Gabinete mileista Guillermo Francos.
Otros tiempos: Máximo Kirchner, Sergio Massa, Wado de Pedro y Martin InsaurraldeLa noche terminó con charlas sobre la gestión de Javier Milei y alguno hizo un paralelismo de la situación actual con el año con el 2016, cuando Mauricio Macri estaba muy bien en la opinión pública y el peronismo (y la misma Cámpora) parecían desaparecer. En ese entonces, tampoco había pistas de que CFK sería finalmente candidata, postulándose por una agrupación nueva como fue Unidad Ciudadana, dejando al PJ de lado.
Los chistes terminaron con el cruce entre Cristina y el inefable José Mayans, lo que dejó a todos claro que hoy, Cristina está activa, atenta hasta al detalle de encuentros como el de este martes y lejos de una jubilación política.