El Gobierno quedó en un dilema con los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para integrar la Corte Suprema, ante la necesidad de reunir al menos una parte del acompañamiento de los senadores de Unión por la Patria y el compromiso de Javier Milei a Mauricio Macri de no habilitar una eventual ampliación del máximo tribunal, una de las llaves que podía abrir la negociación con el kirchnerismo.
“Así como están las cosas hoy, lo más probable es que este año no pase nada con la Corte”, advirtió una espada legislativa con vínculo directo con Cristina Kirchner. En ese caso el tribunal quedaría con sólo tres miembros en diciembre, cuando Juan Carlos Maqueda cumpla 75 años. El Gobierno propuso en su reemplazo a García-Mansilla y a Lijo en el lugar que ya dejó vacante Elena Highton de Nolasco.
Luego de una primera etapa de hermetismo, senadores de Unión por la Patria habían intentado allanar incluso públicamente el camino para una negociación con pedidos al Gobierno para iniciar conversaciones. Como contó Clarín, con el propósito de acordar la conformación de la Corte con siete o nueve integrantes y también designar al Procurador y cubrir vacantes en juzgados federales y Defensorías.
“Están abiertas las puertas. Hay muchas cosas que se pueden hablar”, había explicitado Mariano Recalde. José Mayans, el jefe de bloque, avisó que sin un entendimiento será el oficialismo el que tendrá que reunir las firmas para el dictamen en la Comisión de Acuerdos. Anabel Fernández Sagasti, una de las más cercanas a Cristina Kirchner, ponderó el proyecto para ampliar el Tribunal ya aprobado por la Cámara alta: “Mientras más lugares haya, se diluye más el poder concentrado rancio que tiene esta Corte Suprema”.
Pese a esas declaraciones, y a las versiones sobre contactos entre Eduardo Wado de Pedro y el asesor todoterreno y clave en las nominaciones Santiago Caputo, algo que el senador camporista niega, referentes de Unión por la Patria insistieron en que no hubo avances por parte del oficialismo. “Son los dos o ninguno”, ratificaron en la Casa Rosada sobre la dupla ya propuesta, y exigieron que primero se aprueben los pliegos de Lijo y García-Mansilla para después debatir el resto.
Como figura para descartarlo, desde el peronismo apelaron a la necesidad del “pago al contado y por adelantado” en política, en este caso potenciada por la falta de confianza con el Gobierno ante las gestiones que llevó adelante hasta el momento. “Pregúntenle a Lucila Crexell, que votó la Ley de Bases y el paquete fiscal, si ya tiene la embajada en la UNESCO que le habían prometido”, ironizó un senador alineado con la conducción de Cristina Kirchner.
El eventual arreglo en conjunto debería incluir también a los diputados, lo que le agrega complejidad. A diferencia de los jueces de la Corte, el Procurador o las vacantes en los Tribunales, el proyecto para llevar la a siete o nueve los miembros del máximo tribunal tendrá que pasar por la Cámara baja. “No es tan fácil atar todos esos cabos”, analizó un referente del bloque presidido por Germán Martínez. “No hemos tenido ninguna charla sobre ese tema. Por ahora ha sido solamente un rumor”, dijo a este diario Gabriel Bornoroni, jefe de la bancada del oficialismo.
Macri ya había planteado que estaba en contra de la postulación de Lijo. En la última cena con Milei, como contó este diario, el Presidente se comprometió a no ampliar la Corte. A diferencia de otras veces, el ex mandatario quedó satisfecho con la reunión y el vínculo del oficialismo con el PRO escenificó un progreso con la visita de los referentes parlamentarios el viernes a la Casa Rosada.
Con ese panorama, desde Unión por la Patria transmitieron que por el momento no vislumbran de qué manera podrían avanzar los pliegos de Lijo y García Mansilla, y por eso acaso a modo de presión en el kirchnerismo adelantan la perspectiva de que este año no se concrete ninguna incorporación a la Corte. Incluso un sector del peronismo comparte esa mirada.
“Esa negociación nunca existió en forma concreta, es una fantasía de principiantes. La ampliación requiere un consenso amplio. Lo más probable es que se frene todo, porque además ahora viene el Presupuesto”, estimó este domingo un dirigente que en los últimos días cruzó opiniones con un gobernador y otros referentes del PJ por este tema.
El resto de los bloques se mantiene en silencio, más allá de algunos guiños de los senadores que responden a gobernadores como Alberto Weretilneck, a la espera de la postura del peronismo. Para que avancen los pliegos se requieren dos tercios de los presentes, por lo que los 33 integrantes de Unión por la Patria serán clave. De ese total, casi la mitad responde directamente a Cristina Kirchner.
“Está trabado. Se habla mucho del diálogo del peronismo con el Gobierno, que sería lógico en un tema como éste, pero tampoco es tan así. Mandaron los nombres sin consultar previamente y ahora es muy difícil”, consideró un encumbrado radical de posición afín al oficialismo, y se lamentó por los “sincericidios” sobre el origen de las nominaciones: Lijo propuesto por Ricardo Lorenzetti como reconoció el ministro Mariano Cúneo Libarona y el ofrecimiento por parte de Caputo a García Mansilla para ocupar el cargo, como admitió el propio candidato.
“Todo eso no ayuda. La ampliación de la Corte sería una salida política, pero hay muchos que se oponen porque ahí la mano del peronismo puede ser muy larga”, completó el senador por la UCR.