Estados Unidos y Argentina protagonizaron este jueves en el marco de las Naciones Unidas en New York una reunión de cancilleres para tratar la crisis en Venezuela y continuar la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro, que se resiste a reconocer los resultados de las elecciones del 28 de julio, mientras denunciaron las violaciones a los derechos humanos en territorio venezolano.
La reunión fue convocada por el gobierno estadounidense y el argentino en un hotel a pocas cuadras de la ONU. Fueron representantes de unos 40 países y organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), la UE y el Centro Carter, que supervisó las elecciones y consideró que eran ilegítimas y teñidas de fraude.
Brasil, que es uno de los gobiernos de la región que se ha erigido como un interlocutor de Maduro para llegar a un acuerdo, no participó de la reunión de Nueva York. Hasta ahora, las gestiones del gobierno de Lula da Silva –y las del colombiano Gustavo Petro– han resultado infructuosas porque el venezolano se resiste a aceptar el triunfo opositor.
“A mi colega y amiga canciller Mondino, gracias por acompañarnos en esta convocatoria de esta reunión y su liderazgo sobre el tema”, dijo el secretario de Estado Antony Blinken en su presentación.
En un discurso ante el foro, la canciller argentina dijo: “Todos sabemos lo que está pasando. Hay vientos, vientos autoritarios que soplan en nuestro continente, y esperemos que no se conviertan en un huracán. Las cosas que están pasando en Venezuela pueden convertirse en un problema muy serio”.
Y añadió: “El sistema de desestabilización que Venezuela ha impuesto a otros países latinoamericanos es enorme». agregó, y mencionó a los 7,8 millones de refugiados.
La canciller anunció además que el Gobierno estaban preparando “una lista con funcionarios y algunas personas vinculadas al régimen venezolanoo a las que se les prohibirá la entrada a nuestro país”, una decisión que se sumaría al reciente pedido de captura internacional de Maduro por delitos de lesa humanidad.
“Es posible que ni siquiera necesiten salir de Venezuela, ya que puede haber otros países rebeldes que los acepten a ellos o a sus familias o su dinero o sus operaciones. Hemos continuado esta solicitud tras el valiente fallo de nuestra propia justicia federal, que ordena bajo el principio de jurisdicción universal, la detención inmediata por crímenes de lesa humanidad para el dictador Maduro, Diosdado Cabello y más de 30 agentes de represión estatal”, dijo Mondino.
“Este juez dictaminó que los jefes del régimen eran culpables de organizar un plan sistemático de desaparición forzada de personas, torturas, homicidios, persecución política. Así que tenemos a la justicia argentina ha solicitado a la Interpol que se notifique esta decisión para poder solicitar sus detenciones internacionales con un sistema de alerta roja. Esperamos que los criminales de este plan no puedan seguir encubriendo sus sangrientos planes”, agregó.
“Sopla el viento autoritario”, señaló Mondino. “Espero sinceramente que algún día, con el compromiso de cada uno de los que estamos aquí presentes y la firme voluntad del pueblo venezolano -que es el que está sufriendo-, ojalá esos vientos se conviertan en una brisa de esperanza.”
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU. dijo que “es crucial mantener esta presión colectiva en los meses previos a la toma de posesión presidencial en enero. Debemos seguir pidiendo al régimen de Madrid que ponga fin a la represión de los manifestantes pacíficos, que ponga fin a la represión de los opositores políticos, que ponga en libertad inmediata e incondicional a todas las personas que han sido detenidas arbitrariamente, incluidos los niños”.
Blinken agregó: “Debemos utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para hacer rendir cuentas a las personas que tienen la mayor responsabilidad por los graves abusos de los derechos humanos que se están cometiendo contra el pueblo venezolano, como lo ha hecho y seguirá haciendo Estados Unidos”.
Y continuó con un plan de acción: “Debemos aumentar la ayuda para los más de 7,7 millones de venezolanos desplazados, y para los países que siguen mostrando una generosidad y una vivienda notables. Debemos exigir que Venezuela brinde protección integral a las instalaciones y al personal diplomático, y a las personas que buscan asilo en esas instalaciones. Y no podemos conformarnos solo con declaraciones conjuntas, tenemos que tomar medidas conjuntas. Esa es la única manera de cambiar el cálculo de Maduro y su comportamiento”.
También se escuchó con atención la exposición del Centro Carter, el organismo estadounidense independiente que alertó sobre el fraude. “El sistema electoral de Venezuela funciona y el gobierno conoce los resultados”, señaló sobre las actas electorales que Maduro se niega a mostrar.
Los participantes afilaban una declaración conjunta para instar a los líderes políticos venezolanos a iniciar un diálogo para una transición pacífica que permita restaurar las instituciones democráticas y también incluye una condena a la represión generalizada que se ha intensificado tras las elecciones y las múltiples violaciones a los derechos humanos.
El hecho de que Brasil no participe del encuentro facilitaría la firma de la declaración conjunta, señalaron observadores.