MADRID.- Los hablantes de español han superado por primera vez los 600 millones, lo que representa el 7,5% de la población mundial. Hay en concreto 600.607.806 usuarios potenciales, de los que 498.497.757 son nativos, a los que se suman los que tienen competencia limitada en español, es decir, que se defienden en ese idioma (casi 78 millones), más quienes lo estudian (24.208.813), concentrados estos en un 78% entre Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil. Son datos del anuario El español en el mundo 2024, que publica el Instituto Cervantes. No obstante, el año pasado ya se rozó esa cifra, fueron 599.405.122. Un dato positivo que se mantiene desde hace años es que el número de hablantes de español como lengua nativa es el segundo, por encima del inglés, el hindi y el árabe, y solo por debajo del chino mandarín.
Estas cifras han llevado al director del Cervantes, Luis García Montero, a señalar que se trata de “un motivo de alegría, a pesar de las circunstancias que el instituto ha vivido en el último año en lugares como Beirut o Tel Aviv”, en referencia a la situación en Oriente Próximo. El anuario, que cumple 25 años, lo ha realizado por primera vez el Observatorio Global del Español, organismo situado en La Rioja, dependiente del Cervantes y creado por el Gobierno en junio de 2022. Además de los datos sobre el español, el anuario recoge en esta ocasión artículos de análisis sobre el estado del idioma en países hispanohablantes, además de España, México, Cuba, Perú, Argentina, Colombia, Chile y Guinea Ecuatorial.
Uno de los aspectos destacados del informe es lo que dice sobre el papel de la música urbana latina, “que ha generado una suerte de lengua franca y conforma una unidad panlatina de artistas que cuenta con su propia denominación, la latino gang”. Este término fue acuñado por el reguetonero puertorriqueño Bad Bunny para definir a la nueva generación de músicos hispanohablantes. Una lengua franca es aquella que sobre la base de una determinada, en este caso el español, recibe numerosas aportaciones, como sucede con las diferentes modalidades del idioma en América.
En este sentido, Eduardo Viñuela Suárez, profesor del Departamento de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo, autor de uno de los artículos del estudio, ha indicado que en este género musical urbano se ponen de manifiesto “los diferentes acentos del español, con artistas que ponen el énfasis en las modalidades del idioma, lo que además les conecta con los jóvenes, sobre todo los que son migrantes de segunda generación”. “Estos jóvenes no se sienten avergonzados de cantar en español y de usar expresiones locales. Se sienten identificados con géneros como el reguetón, el hip hop o el trap latino”.
También ha ayudado un nuevo fenómeno, “las creaciones musicales de aficionados jóvenes a través de nuevos canales como TikTok”. Viñuela ha recordado que ya hubo un primer bum latino musical en los noventa, con Ricky Martin o Shakira, pero el segundo llegó a partir de 2017 “con el efecto Despacito”, en referencia al éxito mundial de la canción de Luis Fonsi. En el texto se subraya que “cerca de una cuarta parte de las canciones en las listas de éxitos de portales como YouTube o Spotify utilizaron en 2023 el español; un año en el que el consumo de la música en inglés cayó un 3,8%, el mismo porcentaje que aumentó en español”.
Como ejemplos de ese empuje se cita que el álbum El último tour del mundo (2020), de Bad Bunny, fue el primero en esta lengua en alcanzar el número 1 en la clasificación del Billboard 200 (lista de éxitos musicales en EE UU de la revista Billboard con los 200 álbumes más vendidos cada semana). El siguiente trabajo de este artista, Un verano sin ti (2022), repitió esa posición, y el año pasado la colombiana Karol G se convirtió en la primera artista en alcanzar ese puesto con Mañana será bonito.
Siguiendo con la pugna con el inglés, a menos de una semana de las elecciones estadounidenses se recuerda que hay 63,7 millones de hispanos en ese país (de los que el 75% son capaces de mantener una conversación en español). El porcentaje de votantes hispanos se ha duplicado en las últimas dos décadas, del 7,4 % en 2000 a la previsión de un 14,7% en estos comicios de 2024.
De otro producto de ocio, las series de televisión, se dice que en 2023 las de facturación española fueron”53 (42 de ellas estrenadas en plataformas), lo que supone el 33,1 % del total de europeas”. Además, España es “el quinto productor de series entre las 100 más vistas de Netflix en el mundo” y es, tras Reino Unido, “el mayor productor de series de ficción en Europa”. Todo ello a pesar de que “el presupuesto medio de un capítulo de ficción rodado en España para el horario de máxima audiencia oscila entre los 300.000 y los 500.000 euros, mientras que en Inglaterra o Francia supera el millón”.
La vicedecana de la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija, Marta Saavedra Llamas, autora de otro de los artículos, ha justificado este éxito, según encuestas realizadas a profesionales del sector, en varios factores: “La buena facturación técnica de las series españolas, los costes de producción, inferiores a otros mercados; las horas de luz que se disfrutan para los rodajes y las buenas comunicaciones en España; la posibilidad de ofrecer diferentes escenarios, la historias que se cuentan, que interesan y reflejan cómo es la sociedad; la libertad creativa, con una diversidad temática que no hay en otras latitudes, como lo referente a los derechos LGTBI y, por supuesto, el idioma”. Saavedra Llamas ha destacado “el éxito sin precedentes de La casa de papel”.
Del cine en español se destaca el fenómeno de La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona, “la segunda película de habla no inglesa más vista en la historia de Netflix, con 94,4 millones de visionados, mientras que el tercer puesto es para otro film español, Nowhere, de Albert Pintó, con 85,7 millones de visualizaciones”. El Cervantes no ha incluido en estos datos la actualización de la propia Netflix del verano, cuando la película francesa En las profundidades del Sena escaló al segundo puesto, dejando a La sociedad de la nieve en tercero y a la película de Pintó en cuarto. No obstante, el español es la segunda lengua más importante de producción cinematográfica en el mundo, con 4.371 películas realizadas entre 2007 y 2017.
En la industria editorial hay claroscuros. El 7% de los libros que se editan en el mundo están en español, lo que convierte a esta lengua en la sexta con mayor producción. En cambio, si hablamos de los 50 autores más traducidos, solo hay uno en español (y en el puesto 49), Gabriel García Márquez. Una lista que encabeza Agatha Christie. El español es la tercera lengua a la que más se traduce. En el sector de los videojuegos se indica que España es el octavo país en cuanto a la producción mundial, en un mercado que en 2022 movió 184.400 millones de dólares (170.000 millones de euros) y más de 3.228 millones de jugadores.
Como colofón, el director del Observatorio Global del Español, Francisco Moreno Fernández, ha advertido de que, aunque el español “continúa creciendo gracias a la demografía, ya no lo hace en la misma proporción que hace unas décadas, así que las claves para que se mantenga hay que buscarlas en dos ámbitos: la enseñanza del español como segunda lengua y el mantenimiento de este idioma en el seno de las familias migrantes en el mundo”.
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