El rey Felipe VI de España dijo que él y su esposa, la reina Letizia, regresarán la próxima semana al epicentro de las catastróficas inundaciones del país, donde los sobrevivientes los abuchearon y les arrojaron barro durante su última visita.
“No tenemos aún la fecha ni el itinerario, pero sí se realizará“, dijo el rey Felipe a los periodistas durante una visita a Bétera, en la región oriental de Valencia, donde se reunió con militares que participan en las labores de socorro tras el desastre del 29 de octubre.
El monarca visitó unidades militares que están desplegadas en las zonas afectadas por el paso de la DANA para conocer su labor en esta catástrofe natural, que deja un balance provisional de 214 víctimas mortales y 23 desaparecidos.
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“Desde el principio también hemos querido transmitir que el deseo de estar presentes de diversas maneras en todos los lugares afectados va a ser una constante en el próximo futuro”, explicó el rey.
Felipe de borbón agregó que él y su esposa afrontan esa visita “con el mismo espíritu que cualquiera, teniendo muy en cuenta las circunstancias que se están viviendo aquí, y conscientes de que cada uno tenemos que estar en nuestro sitio”.
Fuentes de palacio habían indicado el martes que la pareja real viajará “a principios de la próxima semana” a la región de Valencia, que sufrió casi todos los destrozos. Solo en esta localidad la DANA dejó 222 muertos.
El 3 de noviembre, residentes furiosos gritaban “asesinos” en la ciudad en ruinas de Paiporta, en la región de Valencia, y arrojaron proyectiles y barro a la pareja y al primer ministro Pedro Sánchez.
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Mientras Sánchez y el líder de la región de Valencia, Carlos Mazón, fueron escoltados rápidamente, la familia real desafió el caos para hablar con las víctimas de las inundaciones.
Habían prometido viajar a la localidad de Chiva donde su visita prevista para el mismo día fue cancelada.
Los disturbios en Paiporta expresaron el enojo generalizado hacia los líderes políticos por su aparente fracaso a la hora de prepararse y responder adecuadamente a las peores inundaciones de España en una generación.
Felipe VI dijo que quiere afrontar su próxima visita a la zona afectada “teniendo en cuenta las circunstancias que aquí vivimos y conscientes de que cada uno debe estar en su lugar”.