La licitación de la Hidrovía sigue marcada por denuncias cruzadas y ahora apuntan a la neerlandesa Boskalis, la empresa que promueve Mauricio Macri para quedarse con el mega negocio de la ruta fluvial por donde sale el 80% de las exportaciones del país.
Fuentes vinculadas a esta trama apuntaron a que la belga Boskalis estuvo involucrada en la década pasada un escándalo en Argentina y Uruguay por su subsidiaria Riovía, que estaba a cargo de la gestión del canal Martín García.
En 2012 Boskalis/Riovía fue actor central de un conflicto diplomático entre Argentina y Uruguay durante la licitación de las obras de mantenimiento del canal. En ese momento, el gobierno de Cristina Kirchner vetó a la empresa por una denuncia de presunto soborno.
La empresa que empujan Máxima y Macri para la Hidrovía acusada de daño ecológico en el paraíso de Maldivas
El caso en cuestión fue investigado por el Tribunal de Cuentas de Uruguay, que denunció un presunto intento de soborno de Riovía al entonces titular de la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP), Francisco Bustillo.
A pesar de que la denuncia contra Riovía surgió en Uruguay, tras el veto de Cristina Kirchner la gestión de José Mujica se opuso al desplazamiento e impulsó -a través del propio Bustillo- que la firma vuelva presentarse a la licitación. La pelea generó tensión diplomática y un cruce intenso de acusaciones.
Tras varios meses de gestiones entre Cristina y Mujica, finalmente en 2013 se decidió rescindirle el contrato a Boskalis/Riovía y la CARP asumió la tarea de mantener el Canal Martín García a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina y la Administración Nacional de Puertos de Uruguay.
La gestión estatal continuó hasta septiembre de 2016 cuando ya en el gobierno de Macri la CARP realizó una nueva licitación y se adjudicó la obra de profundización y mantenimiento del Canal Martín García nuevamente a Boskalis.
Mauricio Macri ha hecho un lobby muy fuerte por Boskalis y viene chocando con Santiago Caputo, que quiere controlar el negocio. El ex presidente mandó semanas atrás a Guillermo Dietrich a dinamitar la licitación al afirmar que “es poco transparente”. La sugerencia del macrismo es que el proceso está direccionado para que la concesión continúe en manos de Jan de Nul.
Una de las empresas que compite por la Hidrovía está involucrada en un caso de coimas
LPO reveló esta semana que otra de las empresas que quiere quedarse con la Hidrovía también está involucrada en un caso de corrupción. Se trata de la belga Deme, que está acusada por el supuesto pago de más de 12 millones de euros en sobornos para la adjudicación de obras en un puerto de Rusia.