La activista e investigadora sobre Relaciones Internacionales Viviane Ogou (Barcelona, 1997) tomará posesión de su escaño en el Congreso de los Diputados por Comuns-Sumar en el primer pleno de febrero, y ha afirmado que quiere asegurar que “la mirada racializada” esté representada en la Cámara, y que esta, junto al trabajo para su generación, será su agenda principal como diputada.
“Soy de madre catalana y de padre de Costa de Marfil, muy vinculada a la comunidad negra africana y afrodescendiente, tanto de Catalunya como del resto de España. Por tanto, quiero asegurar que la mirada racializada, la mirada de las personas que estamos sufriendo violaciones de derechos constantemente, se encuentra representada”, ha dicho en una entrevista de Europa Press.
Ha asegurado que tratará de aprender al máximo de los diputados que tienen más experiencia, pero ha destacado que su perfil también puede ser un valor en sí mismo: “Puede ser un valor, como mínimo, para que haya siempre una vocecita, tanto en el grupo parlamentario como en las relaciones que tengamos en el Gobierno, que esté recordando que las mujeres, las personas jóvenes y las personas racializadas debemos tener igualdad de derechos en este país”.
Ha dicho que es consciente de que será complicado sacar adelante todas aquellas cosas que pretenden los jóvenes cuando entran en política y que siente la necesidad de trabajar para una generación que “tiene menos oportunidades” que la de sus padres.
“INTERNACIONAL DEL ODIO”
Su antecesora, Gala Pin, que anunció el lunes que dejaba el escaño por motivos personales, alertó de que lo hacía en un momento de auge de la extrema derecha y, preguntada por esta cuestión, Ogou ha dicho que la han avisado de la dureza de los discursos de algunas fuerzas políticas en el Congreso.
“Me han avisado de que los discursos están siendo muy duros, que voy a sentir frustración, y que será difícil ver cómo algunos grupos parlamentarios tienen un discurso de odio que no está siendo perseguido efectivamente”, ha valorado.
Ha pedido buscar medidas innovadoras para hacer frente al “reto de la internacional del odio”, conseguir que la población vea que las personas migrantes y las mujeres necesitan igualdad de derechos y que se entienda mejor su situación para evitar que España no siga lo que, en su opinión, es una tendencia autoritaria y fascista en otros países.
“NO ESTAMOS RESISTIENDO, ESTAMOS GOBERNANDO”
Preguntada por la estabilidad del Gobierno de coalición, ha admitido que en ocasiones la aritmética parlamentaria “pone frenos”, y ha confiado en que haya un esfuerzo para seguir mejorando la vida de la gente con medidas como, por ejemplo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
“Sí que existe un gran ejercicio de resistencia, esto es lo que está pasando a nivel global. Estamos resistiendo a una ola reaccionaria y fascista increíble, pero está habiendo trabajo efectivo. Hay trabajo, hay capacidad de acción, y, de momento, no estamos resistiendo, estamos gobernando”, ha expresado.
Sobre la situación de su partido en las encuestas y la división de la izquierda, ha dicho que hay margen de trabajo en este sentido, pero que está funcionando: “El espacio está trabajando, el espacio funciona”, ha dicho.
POLÍTICA INTERNACIONAL Y MIGRATORIA
Al preguntársele por si se siente cómoda con la política migratoria del Gobierno y con la posición en el Sáhara Occidental, ha respondido que en los gobiernos de coalición en otros países “siempre se han tenido que encontrar con estas contradicciones” y que siempre habrá retos en este sentido.
Ha afirmado que su trabajo es conseguir que el PSOE sea “capaz de asumir la responsabilidad que tiene con el Sáhara Occidental” y que pueda dar un giro a su política migratoria.
“Sin duda nosotros seguiremos presionando para conseguir que tanto las relaciones internacionales como la política migratoria de nuestro país sea mucho mejor”, ha añadido.