La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) actualizó las deducciones de Ganancias (los montos de ingresos que quedan libres del impuesto) y también la tabla de alícuotas para calcular el importe a descontar de salarios y haberes jubilatorios. Tal como se anticipó días atrás, el reajuste -que también alcanza a los autónomos- se hizo utilizando como porcentaje de suba la inflación acumulada entre septiembre y diciembre de 2024. El índice fue, por tanto, de 11,78%.
De esta manera, es posible calcular que el salario bruto mensual más bajo alcanzado por el impuesto, en el caso de un empleado sin cargas de familia es de $2.280.558, en tanto que si se deducen cónyuge y dos hijos menores, ese piso es de $3.005.029. Las cifras se corresponden con sueldos netos de $1.892.863,14 y $2.510.232, respectivamente (en el segundo ejemplo, se trata de una remuneración afectada por el tope para el cálculo de aportes a la seguridad social, que este mes es de $2.910.574, según determinó la Anses).
El reajuste de las variables rige ya a partir de lo cobrado en enero, por lo cual las empresas deberán hacer un recálculo y compensar, en el próximo cobro, los montos que se hayan descontado de más. Ocurre que, cuando se liquidaron los salarios de diciembre (en muchos casos percibidos este mes), no se conocían los datos para hacer el cálculo de manera actualizada.
La actualización no solo impacta en la definición de los ingresos a partir de los cuales se tributa, sino que también provoca un alivio en la carga de quienes están alcanzados por Ganancias, respecto de lo que venían pagando. Esto es así porque se modifican los valores de la tabla de alícuotas del impuesto.
Además, se incrementan en igual porcentaje los montos máximos que pueden deducirse del ingreso sujeto al impuesto por determinados gastos, como el de salarios del servicio doméstico, el de gastos educativos de los hijos y el de alquiler de la vivienda.
El reajuste actual se hizo en función de lo establecido por la ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes aprobada a mediados de 2024 y por su decreto reglamentario 652. Esa normativa dispuso considerar, para la actualización que rige ya desde lo percibido este mes, la variación del Índice de Precios al Consumidor acumulada entre septiembre y diciembre del año pasado y que según lo informado días atrás por el Indec, fue de 11,78%.
Para los autónomos, al actualizarse las deducciones aplicables, los ingresos mensuales promedio para empezar a pagar serán de $1.468.600, aproximadamente, en el caso de la categoría general, y de $1.631.778 para los nuevos profesionales y emprendedores. En estos casos se deducen, antes del cálculo del impuesto, los aportes previsionales y, eventualmente, los familiares a cargo y una serie de gastos asociados a la actividad realizada.
Los nuevos valores regirán para el primer semestre de 2025. Para lo cobrado a partir de julio deberá haber una nueva actualización, guiada por la inflación del primer semestre del año. En los próximos años, de no haber modificaciones normativas, habrá reajustes en enero y en julio según la inflación acumulada en los respectivos semestres previos.
Más allá de esa disposición legal, para definir el esquema que regirá para los ingresos percibidos entre enero y junio de este año se dispuso tomar, por excepción, solo la variación del IPC entre septiembre y diciembre. El argumento es que en 2024 hubo un reajuste del esquema para los ingresos cobrados a partir del noveno mes. Esa actualización, como se explicó en notas anteriores, se aplicó durante los últimos meses solo de manera parcial, en tanto que los efectos se terminarán de ver cuando se cobren los sueldos de abril próximo y se haga la liquidación definitiva del impuesto correspondiente a 2024.
Tal como informó LA NACION días atrás y según datos aportados por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), en octubre último 640.837 empleados bajo relación de dependencia y 96.747 jubilados tuvieron descuentos de sus ingresos por el impuesto a las ganancias. El número de casos, en total 737.584, supera en 171.316 al de julio, el último mes en el que rigió la ley aprobada en plena campaña electoral de 2023 y derogada en 2024. Aquella norma había subido significativamente los pisos de ingresos para empezar a pagar, además de cambiar la modalidad de cálculo y el nombre del tributo.
En comparación con enero, en octubre fueron 550.530 más las personas cuyos ingresos tuvieron retenciones. Antes del cambio de reglas concretado por la ley aprobada a mediados de 2024 a pedido del Poder Ejecutivo (que bajó el salario más bajo alcanzado por Ganancias), ya se había incrementado la cantidad de personas alcanzadas por la carga. Eso fue así porque durante siete meses el esquema se mantuvo sin cambios y, mientras tanto, la inflación fue de 86,9% (lo que determinó que los salarios tuvieran subas nominales, tratando de alcanzar ese aumento de precios).
Con el cambio de reglas que hubo a mediados de este año para el impuesto, volvieron a permitirse las deducciones por cónyuge y por hijos, y también -con límites predefinidos- se habilitaron deducciones por varios gastos, como los de prestaciones médicas o los de educación. En el esquema que rigió durante los primeros meses de este año, eso no era posible. Y esta modificación puede haber provocado una amortiguación del efecto de la baja del piso de ingresos para tributar, ya que el número de personas con retenciones es inferior al que, durante el debate del tema en el Congreso, se había estimado que habría.
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