MAR DEL PLATA.– Por fin, buen tiempo, mucho turismo y el domingo que siempre suma marplatenses encontraron este domingo su vértice común en estas playas que, en lo que va del año, habían convivido con más nubarrones que sol. Fue un largo arranque de enero, a veces con más gente en los shoppings y centros comerciales que en las carpas de balnearios. Por momentos, incluso, con más buzos que trajes de baño.
Y por fin, también, la vista cenital de la Bristol aportó ese tapiz multicolor de una sombrilla contra otra. Por la angosta franja pública de Playa Grande las reposeras se repartieron bien cerca de la orilla del mar, casi codo contra codo. Y de La Perla a Mogotes, los primeros paradores privados estrenaron el modelo 2025 del cartel de capacidad completa.
“Este día hermoso es un premio a los que reservamos hace dos meses y tuvimos muy poco lindo para disfrutar de la playa, que es por lo que vinimos”, remarcó Juan Carlos Méndez, de Córdoba, que vino con esposa, hija y tres nietos. “Si sigue lindo, nos quedamos cuatro o cinco días más”, afirmó a LA NACION mientras el mar le cubría los pies en Cabo Corrientes e iba camino a una zambullida con los chicos.
Esa postal de la costa bien cargada de bañistas fue la primera revancha de Mar del Plata frente a una apertura de esta temporada que se cargó de dudas porque el tiempo no acompañaba y el ritmo de arribos no era ni lo pronto ni lo explosivo que amerita o acostumbra este momento del año. Por si fuera poco, en las redes sociales se vivía, entre fakes y algo de realidad, una batalla inédita para mostrar un contexto de fracaso de temporada mientras el escenario todavía estaba lejos de refutar con la contundencia que recién se logró estos últimos días y, en particular, este domingo.
Los poco más de 30 grados del último jueves fueron pico máximo y excepción, porque este enero se afirmó esquivo a las altas temperaturas, aquí y en gran parte del país. Parece que el verano recién mostrará algunas de sus mejores cartas en este cierre de quincena y principio de la segunda: el Servicio Meteorológico Nacional anticipó una ola de calor para centro y norte del país. Días ideales para escaparse y sobrellevarlos mejor en la playa. En la Capital, por ejemplo, se prevé una semana completa con máximas superiores a los 30 grados y hasta 37 grados. Un horno.
Aquí los operadores se refriegan las manos porque tienen bien claro que al buen número de turismo que anda por aquí le sigue faltando o bien el que se tienta porque en las pantallas ve aquí a quienes bien disfrutan entre las olas, o bien aquel que encuentra en la costa bonaerense, a unas pocas horas de ruta, un escape ideal cuando hierve el cemento de su lugar de origen. Hasta la temperatura del mar se alineó en las playas marplatenses: se recuperó y ya está en 20 grados.
Así que todo indica que lo mejor está por venir: hay mejores pronósticos meteorológicos y, además, la segunda quincena, incluso desde las reservas previas, siempre es más generosa. Eduardo Palena, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (AEHG), confirmó a LA NACION que este fin de semana se alcanzó una ocupación que promedia el 80%.
“Es muy lento, pero las reservas van subiendo día a día”, dijo, y consideró que este ritmo es aceptable frente a las dificultades que se vivieron en los primeros días del año. “Estoy seguro de que esto va a mejorar por la forma como va repuntando la ocupación”, apuntó.
Es que el arranque fue duro. Los jóvenes hicieron ruido temprano, ya antes de la fiesta de Año Nuevo, y tomaron el timón de la temporada. Se bancaron los chubascos con los que arrancó aquí 2025, con lluvias y hasta granizo. Pero no dejaron de pisotear la arena: de día, a veces con más abrigo que bronceador; de noche al amanecer, a puro paso de baile y tragos. Coparon Playa Grande, las inmediaciones del faro y, sobre todo, Chapadmalal. Y todavía faltan llegar más porque la grilla fuerte de atracciones para ellos recién arranca.
Si de arribos se habla, los números aportan señales. Este fin de semana se incrementaron los ingresos por la Autovía 2. Las estadísticas confirman, con cifras de este viernes, casi un 15% más de vehículos que pasaron por los peajes en sentido a Mar del Plata. Es un indicador que suma optimismo. También deja constancia del fenómeno de escapadas: el tránsito por esa misma ruta, pero sentido a la Capital, este domingo por la tarde triplicaba a los que iban rumbo a la costa.
Esta recuperación del buen tiempo aportó algo de alivio en particular a quienes facturan con la playa. Desde el concesionario de balnearios hasta el panchero que deja huellas de sus alpargatas en la arena. Contrastan con la dinámica comercial del pavimento: a falta de sol, ganó todo el resto del comercio.
En la industria textil marplatense reconocen muy buenas ventas y, en algún caso, que tuvieron récord durante aquella primera semana de enero, no solo opaca sino también bastante fría. La gastronomía es otro rubro que anotó a favor en este período, en todos sus niveles: desde la comida rápida hasta la alta cocina, y los alfajores más famosos. Si fuera una competencia, junto al rubro de la diversión nocturna serían los grandes ganadores a la fecha.
Máximas primaverales, apenas por encima de los 27 grados, alcanzaron para conformar durante este fin de semana. Incluso al atardecer, cuando el turista se vuelca a los distintos paseos. Había que ver este sábado la multitud que arrimó a la Base Naval Mar del Plata, donde bajo la luz de una enorme luna llena visitó una exhibición de automóviles antiguos, con algunos de carrera que participan actualmente de las competencias de Turismo Carretera. Incluso con la presencia de pilotos, que firmaron autógrafos y se sacaron fotos con fanáticos.
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