El Monumental estaba tranquilo. La gente de River llegaba a paso lento al debut de su equipo en la Liga Profesional. Y se esperaba el arranque del partido con Central Córdoba.
Como es habitual, en la previa del encuentro, la voz del estadio daba las formaciones del equipo. Y cuando iban pasando los nombres de los jugadores hubo algunos aplausos: a Franco Armani, Paulo Díaz, Milton Casco, Rodrigo Aliendro, Miguel Borja y a los pibes Claudio Echeverri y Franco Mastantuono. Hasta que llegó el momento del entrenador. Y los hinchas de River silbaron a Martín Demichelis.
A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez fueron contundentes. Y se hicieron escuchar en todo el Monumental. Hubo también algunos aplausos, pero tibios. Los silbidos los taparon.
No es la primera vez que esto sucede. Ya había pasado en el encuentro ante Independiente Rivadavia, también en Núñez, a principios de marzo, por la Copa de la Liga. En aquella oportunidad habían sido más leves. Y también le hicieron sentir el disconformismo en la final de la Supercopa ante Estudiantes en Córdoba. Esas voces luego se callaron con el triunfo y el festejo del título.
En definitiva, en el primer partido como local tras la eliminación con Boca de la Copa de la Liga y luego de venir de igualar 2-2 con Nacional de Montevideo tras ir ganando 2-0 en el Parque Central, donde jugó un mal segundo tiempo en el que se lo llevaron por delante, los hinchas de River expresaron su malestar con Micho.
El mal clima de la gente de River con el entrenador quedó rápidamente a un costado una vez que el árbitro Nicolás Ramírez pitó el inicio del juego, y el equipo local salió decidido a marcar el primer gol del partido.
En menos de media hora el Millonario pareció liquidar la historia y gracias a un doblete de Colidio le ganaba 2-0 a Central Córdoba, que se había quedado con 10 por una tarjeta roja tempranera. Y los silbidos se convirtieron en una anécdota.