Donald Trump asumió un nuevo mandato presidencial en los Estados Unidos y la sintonía política que evidencia con la gestión doméstica de Javier Milei permite anticipar un vínculo económico por demás de cercano entre la Argentina y la potencia del norte. A tono con esto, se da por descontado que el hoy tercer socio comercial de nuestro país –sólo detrás de Brasil y China– buscará ganar posiciones a partir de una demanda cada vez más creciente de minerales estratégicos, hidrocarburos y otros insumos industriales, y con vistas a incrementar su presencia estratégica en el Cono Sur. La influencia china en esta parte del mundo no pasa desapercibida para los intereses geopolíticos de Estados Unidos, que ya anticipó una hoja de ruta gubernamental que incluirá una mayor presencia –incluso militar– en Groenlandia y el Golfo de México, y que podría extenderse hacia la Patagonia y el continente antártico.
El “componente minero” se ubica a la cabeza de los intereses de Trump para su nuevo período. Y una muestra de ello puede ubicarse en la presencia de Marcelo Orrego, mandatario provincial de San Juan, como único gobernador invitado para el acto de asunción del flamante presidente estadounidense.
Orrego resultó convocado por el Congreso norteamericano a partir del vínculo que las mineras de ese país mantienen con el gobierno de San Juan, uno de los primeros en adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). En ese distrito, la estadounidense Eris LLC controla el 100% del proyecto Gualcamayo, uno de los principales yacimientos de oro del país.
“Los u$s1.000 millones comprometidos para la explotación de oro en Gualcamayo bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) son prueba de que San Juan es una provincia de oportunidades. Vamos a recuperar una mina que estaba en proceso de cierre. ¿Qué mejor carta de presentación?”, declaró Orrego recientemente.
Al mismo tiempo, San Juan se ubica a cabeza de las reservas de cobre constatados en territorio nacional. El cobre es considerado un mineral fundamental para la transición energética de las potencias en un contexto de merma de los combustibles fósiles. Y también posee litio, otro de los materiales que desvela a la industria y el aparato militar estadounidense.
Minerales estratégicos, una de las “obsesiones” de Estados Unidos
Respecto de esto último, en diciembre último, la OTAN, la alianza precisamente militar que lidera Estados Unidos, publicó un listado indicando cuáles son las “materias primas esenciales” para su producción de armamentos actual y a futuro. En esa nómina incluyó minerales presentes en el subsuelo argentino como el aluminio, el cobalto, el litio, las “tierras raras” y el grafito, entre otros elementos.
“El aluminio, por ejemplo, es fundamental para producir aviones militares y misiles ligeros pero robustos, mejorando su agilidad y rendimiento. El grafito es crucial para la producción de carros de combate y corbetas debido a su alta resistencia y estabilidad térmica. En los submarinos, el grafito se utiliza en la construcción de cascos y otros componentes estructurales, lo que reduce significativamente las firmas acústicas y mejora las capacidades de sigilo. El cobalto es otro material crítico, esencial para producir ‘superaleaciones’ utilizadas en motores a reacción, misiles y submarinos, que pueden soportar temperaturas y tensiones extremas”, indicó la OTAN en un documento al que accedió iProfesional.
“La disponibilidad y el suministro seguro de estos materiales son vitales para mantener la ventaja tecnológica y la preparación operativa de la OTAN. Las interrupciones en su suministro podrían afectar a la producción de equipos de defensa esenciales. Identificar estos materiales clave es el primer paso de la OTAN hacia la creación de cadenas de suministro más sólidas y mejor protegidas, cruciales para la defensa y la seguridad de los Aliados”, añadió.
En el documento se indicó que la mención de estos materiales “forma parte de una hoja de ruta, aprobada por los ministros de defensa de la OTAN en junio de 2024, para proteger las cadenas de suministro de los Aliados de las interrupciones que podrían afectar a la disuasión y la defensa”.
En sintonía con esta visión, Trump buscará cerrar acuerdos rápidos con los países que poseen los minerales mencionados, y ahí la Argentina asoma en el pelotón de cabecera. Puntualmente, en el litio Estados Unidos ya juega fuerte en el país: según los últimos datos de la Dirección Nacional de Promoción y Economía minera, el país del Norte se lleva el 13% del material que se extrae a nivel local. Sólo China se ubica por encima en el ranking de naciones con participación preponderante en la exportación del elemento.
Los hidrocarburos, a partir de la actividad que se viene desarrollando en Vaca Muerta, también están en el foco de los intereses del nuevo gobierno estadounidense. Crudo, refinados, gas y químicos ya representan las principales exportaciones hacia Norteamérica y todo indica que se flujo se incrementará más allá de los “amagues” de Trump con gravar con aranceles las compras de combustibles fósiles.
En ese sentido, un monitoreo de Abeceb.com afirma que Argentina es un proveedor de energía relevante para el mercado estadounidense. Y que ese sector, combinado con la minería, podría generar oportunidades de negocios superiores a los u$s2.084 millones que mueven esas actividades en la actualidad.
“Las exportaciones de petróleo crudo a Estados Unidos están impulsadas por el crecimiento de Vaca Muerta. Este desarrollo ha sido clave para fortalecer la posición proveedora de energía de Argentina”, indicó la consultora. Además de estos elementos y productos, nuestro país también exporta a Estados Unidos desde vinos hasta carnes y limones y ese flujo podría acentuarse a partir de la sintonía existente entre Trump y Milei.
Donald Trump asume en Estados Unidos: ¿abre la puerta a un TLC?
El cambio de gobierno en Estados Unidos de seguro reavivará la discusión en torno a la posibilidad de que Argentina busque un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la nación del Norte, una opción ya mencionada por el primer mandatario argentino. De ocurrir, el esquema de intercambio económico entre ambos países entraría en una fase de cambios inédita.
Respecto de esto, y en diálogo reciente con iProfesional, Marcelo Elizondo, experto en comercial internacional y presidente del Comité Argentino en la International Chamber of Commerce, sostuvo que la apertura que posibilitaría el acuerdo redundaría en una mejora significativa para el aparato exportador del país.
Además de remarcar que, “con Estados Unidos los riesgos para las empresas existen siempre, con o sin acuerdo de libre comercio“, el experto sostuvo que la propuesta de Milei es “una buena noticia tanto como los avances que se están haciendo con la Unión Europea”.
“Venimos de una economía cerrada y que necesita la apertura hacia más mercados externos. De ocurrir el TLC con Estados Unidos y el acuerdo con la Unión Europea, Argentina se aseguraría un acceso enorme a los dos mercados más importantes de Occidente”, comentó.
“En el caso de Estados Unidos, se llegaría con más productos y servicios a un mercado de 300 millones de consumidores con alto poder adquisitivo. Se acelerarían las exportaciones, que hoy de por sí tienen a Estados Unidos como el principal demandante de servicios provenientes de Argentina y un importante comprador de energía, minerales y alimentos elaborados”, concluyó.