El segundo paro general que la CGT llevó adelante contra el gobierno de Javier Milei generó una pérdida para el país de más de US$ 500 millones. Según la estimación del Gobierno, el costo fue de US$ 520 millones, mientras que para la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) alcanzó a US$ 544 millones.
Desde el ministerio de Economía dejaron trascender que «el cálculo tomando el producto bruto mensualizado y haciendo supuestos de adhesión que consideramos razonable daría unos US$ 520 millones de costo”.
El monto está cerca de la proyección del Instituto de Economía de la UADE que estimó que el costo económico de este paro sería de $ 489.272 mil millones o U$$ 544 millones.
El informe de la universidad detalla que esta cifra equivale al 1,1% del producto bruto interno de mayo o el 24,3% de lo que se hubiera producido en el día.
«Este cálculo asume que no todos los sectores y regiones perderán por igual durante el paro, y que incluso, el 20,1% de lo inicialmente perdido se recupera dentro del mes», señalaron desde la UADE a través de un comunicado.
En esta estimación sólo se tomaron las pérdidas directas, netas de las recuperaciones que se darán dentro del mes. Así, por ejemplo,estiman que el comercio recuperará un 35% y restaurantes el 0% de lo que no se vendió. En este sentido, los sectores que explican la mayor parte del impacto negativo son la industria manufacturera y la construcción. «Ambos sectores perderán producción que será difícil de recuperar o que se lo hará con mayores costos», indicaron.
Al medir el impacto económico por sector, la Secretaría de Transporte estimó que Trenes Argentinos perdió $ 200 millones. «A partir del paro de algunos gremios del sector ferroviario, que impiden que funcionen los servicios de trenes metropolitanos, regionales y de media y larga distancia, están afectadas cerca de 1 millón de personas», destacó el organismo dirigido por Franco Mogetta.
La Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA) estimó que la industria aerocomercial perdió $ 62.000 millones, con la cancelación de casi 400 vuelos entre domésticos e internacionales y afectando directamente a 70.000 pasajeros.
“Contando solo las pérdidas directas para la economía nacional por concepto de gasto turístico se calculan US$ 12 millones diarios, teniendo en cuenta que, en promedio, un turista extranjero que llega por vía aérea gasta US$ 1.144 por día y, en promedio, entran diariamente 9.770 pasajeros por vía aérea», calcularon a su vez desde la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA). Por su parte, tomando en cuenta lo que respecta el ingreso total que genera la operación aérea, «por cada día de paro se contabiliza una pérdida aproximada de US$ 62 millones”, estimó ALTA.
En Aerolíneas Argentinas calcularon que el paro le costó US$ 2 millones por los 191 vuelos que canceló con 24.000 pasajeros damnificados.
En el sector industrial el impacto de la protesta fue dispar. Desde SMATA, el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector, indicaron que hubo un 90% de acatamiento. Pero lo cierto es que el sector ya viene trabajando a media máquina porque hay plantas paradas como Fiat y Peugeot, que están sin producir por falta de piezas a raíz de las inundaciones en Brasil.
Donde se sintió la medida de fuerza fue en las fábricas de Volkswagen de General Pacheco y Córdoba, al igual que en la de Toyota en Zárate, que dejó de producir horas antes del inicio de la medida de fuerza y retomará la actividad a la medianoche.
En la industria metalúrgica de Córdoba aseguraron que el acatamiento del paro fue bajo. Así lo dijo Gustavo del Boca, presidente de Cámara de Industriales Metalúrgica de esa provincia, en declaraciones radiales.
«En el interior la actividad es normal, ahí no tenemos tanto problema con el transporte. En Córdoba Capital y en las ciudades más grandes hay poco ausentismo, y cuando lo hay es por el tema de transporte. Los metalúrgicos en general en Córdoba estamos trabajando normal», señaló.
Desde la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (FADEEAC) informaron que «es un panorama muy disperso. Los camiones que hacen transporte internacional están 100% parados porque la Aduana no está operando. Un camión parado en la frontera tiene un costo de 300 dólares diarios. El resto es muy variable: en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe están trabajando al 50 o 60%. En Comodoro Rivadavia el sindicato de Camineros está bloqueando el paso».
También las petroleras sintieron el paro de la CGT. Aseguraron que «en Vaca Muerta está todo parado», salvo las guardias mínimas que requieren los yacimientos por seguridad.
El paro en el comercio
El grado de adhesión al paro nacional por parte del comercio minorista en la Ciudad de Buenos Aires alcanzó solo al 17%, según un relevamiento de la Federación de Comercio e Industria (FECOBA).
Desde la Cámara Argentina de Comercio (CAC) indicaron que el acatamiento fue alto en La Plata, con un 90% de los locales cerrados. En este caso, la falta de transporte público condicionó la asistencia de los empleados.
En cambio en Bahía Blanca el 80% de los comercios estuvieron abiertos. En el noroeste bonaerense se trabajó con normalidad, con la excepción de los bancos, las escuelas y algunos municipios.
En el Conurbano, el relevamiento de la CAC señala que en San Isidro «el comercio estuvo semi abierto, con más acatamiento que la ocasión anterior. En 3 de Febrero el 70% del comercio funcionó».
En Rosario abrieron el 80% de los locales, aunque con poco movimiento. Una situación similar se vivió en Mendoza, Salta y Tucumán.
En Córdoba el comercio en general funcionó, salvo en el centro de la ciudad capital por donde pasó la marcha de protesta.
En el interior del país hubo actividad comercial en Río Negro, Chubut, Tierra del Fuego, Catamarca, Chaco, Santiago del Estero, La Pampa, Corrientes y Misiones, aunque en general no hubo atención en los bancos.