La alegría por haber blindado el veto presidencial contra la movilidad jubilatoria duró poco en la Casa Rosada. En el círculo íntimo de Javier Milei no disimularon su malestar con algunos de los senadores de la UCR que el miércoles se reunieron con el Presidente, pero no pudieron evitar que el Senado tratara el DNU que otorgaba $100 mil millones para gastos reservados a la SIDE. Antes de que la votación llegara al recinto, en el Ejecutivo no guardaban ninguna esperanza.
«(Eduardo) Vischi no puede pisar más la Casa Rosada«, señaló uno de los funcionarios que más escucha el Presidente. El dardo fue para el presidente del bloque de la UCR, que horas antes se había sentado en la mesa con Milei, y no tuvo más remedio que hacerle caso a su bancada y promover la discusión del decreto en la Cámara Alta. El senador radical -cercano al gobernador Gustavo Valdés- había compartido una reunión de casi tres horas con el Presidente, Victoria Villarruel, Patricia Bullrich y senadores de LLA y de otros bloques afines al Gobierno.
Javier Milei y Guillermo Francos con los jefes de bloque del PRO, Unidad Federal y Cambio Federal.El presidente del bloque de la UCR en la Cámara Alta que también integra la comisión bicameral de Inteligencia se comunicó con integrantes del Ejecutivo. «No fue lo que habíamos acordado y hoy dijo que el bloque no lo bancó«, relató un integrante del Gabinete.
Luego de acumular derrotas sensibles en el Congreso, Milei tomó nota y se involucró en las negociaciones con diputados y senadores de la oposición que en la Rosada denominan como «dialoguista». En el oficialismo se habían ilusionado con postergar la discusión del DNU o con una sesión secreta que nunca se consumó. El Presidente bajó al barro de la política y quedó pagando.
En Balcarce 50 señalaban que los radicales se asustaron por las reacciones en las redes sociales contra los diputados que también pasaron por la Rosada para reunirse con Milei y votaron en contra de revertir el veto contra la movilidad jubilatoria.
En el Gobierno descartaron por ahora nuevos decretos para dotar con más fondos para gastos reservados a la ex AFI. También abandonaron por ahora los planes para diagramar una estrategia normativa que les permitiera echar mano a los $100 mil millones.
El diputado de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro había denunciado que el Gobierno en apenas tres semanas ya había gastado el 80 por ciento de los gastos girados por el Tesoro a la SIDE que encabeza Sergio Neiffert, cercano a Santiago Caputo.
En el Ejecutivo niegan esas versiones y destacan que los solo se utilizaron cerca del 5 por ciento de la partida, que fue devengada en su totalidad. «Lo más probable es que se devuelva«, explicaron en el círculo íntimo del Presidente.
Milei había sido categórico después del rechazo de Diputados contra el DNU. «Si en Argentina llegara a tomar lugar algún atentado terrorista es absoluta responsabilidad de este conjunto de irresponsables que le quitan financiamiento a la inteligencia«, escribió en Twitter el mandatario el 23 de agosto. En la Rosada insisten en que el aparato de inteligencia estatal está totalmente desfinanciado.
El manejo de la SIDE es uno de los temas que más ruido mete en el vínculo entre Mauricio Macri y la Casa Rosada. El ex presidente está convencido de que el Gobierno envió a dos abogados vinculados a la Secretaría a pedir dos expedientes judiciales en los que se investiga al ex presidente. En la Rosada lo negaron, pero desplazaron a dos funcionarios.
En ese marco, el Presidente se prepara para acudir el domingo al Congreso para presentar el proyecto de Presupuesto 2025. Será a las 21 y por cadena nacional. En el Ejecutivo hablaban días atrás de «una sorpresa» -un golpe de efecto- en materia fiscal para retomar iniciativa de la agenda política. Con el correr de las horas, en el entorno del mandatario dicen haber abandonado esa idea, porque temen romper el frágil equilibrio parlamentario.