El máximo Tribunal está en condiciones de analizar la documentación sobre la situación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en su reunión de acuerdo semanal. Podría haber una definición la semana siguiente sobre si se encuentran habilitados para jurar.
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El máximo tribunal ya está en condiciones de analizar los decretos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.
Mariano Fuchila
Fuentes de la Corte Suprema confirmaron a Ámbito que los tres ministros de la Corte Suprema comenzarían a hablar mañana -en la reunión de acuerdo semanal- acerca de la designación “en comisión” dispuesta por decreto de Javier Milei para el nombramiento del juez federal Ariel Lijo y del académico Manuel García Mansilla.
Esto implica en el léxico del máximo Tribunal que Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti comenzarán a discutir el análisis de la documentación formal que arribó al cuarto piso del Palacio de Tribunales: tanto los decretos publicados en el Boletín Oficial como el pedido de licencia extraordinaria que solicitó Lijo y que la Cámara Federal le concedió, este mediodía.
Pero la definición sobre si están en condiciones de asumir, se trataría en el acuerdo de la semana siguiente, es decir, el 6 de marzo. Los plazos alejan cualquier tipo de apresuramiento respecto a la intención del Gobierno de que ya estén en posesión de su cargo para el 1 de marzo, para lo que les cursaron invitación a la Asamblea Legislativa.
En la dinámica del cuarto piso del Palacio de Tribunales, el adelanto de Ámbito traza una hoja de ruta acerca de cómo podría ser el procedimiento para definir si uno o ambos están en condiciones de prestar juramento ante el presidente del Tribunal para hacer efectivo el decreto que los designó “en comisión” durante el año parlamentario.
El primer interrogante a despejar es respecto al juez federal Ariel Lijo ya que la licencia extraordinaria concedida por la Cámara Federal en realidad debe ser refrendada o rechazada por la Corte Suprema que tiene a su cargo las cuestiones de superintendencia. Ese documento arribó apenas pasadas las 16. Puede hacerlo por unanimidad o por mayoría de dos. Como adelantó este diario, el análisis prescindirá de lo resuelto por la Cámara, reunida en plenario, porque es la Corte la que, en definitiva, está llamada a resolver.
Si al menos desde dos vocalías coinciden en que el juez debe renunciar primero a su cargo para poder prestar juramento para acceder a un cargo superior, la licencia será rechazada y el magistrado deberá tomar una decisión respecto de su actual función y apostar todo a ser ratificado por el Senado durante los próximos meses. La ventana temporal de una semana, como mínimo, también puede cruzarse con la suerte de los amparos presentados en distintos tribunales contra la decisión de Milei de echar mano de los decretos para los nombramientos. Hay expedientes radicados en la justicia federal de La Plata y en el fuero Contencioso Administrativo Federal.
Por lo pronto, existe una certeza: no habrá juras previstas antes del inicio de las sesiones ordinarias, algo que estaba entre los deseos del Gobierno que había enviado señales de que buscaban apresurar el trámite.