Tomarse un té antes de dormir puede ser una excelente opción para relajarse, especialmente si se elige una infusión con propiedades beneficiosas para la salud, como el té de manzanilla. Este no solo ayuda a descansar mejor, sino que también podría favorecer la digestión y el control de la glucosa en sangre, además de brindar protección contra algunas enfermedades.
La manzanilla, perteneciente a la familia Asteraceae, cuenta con dos variedades principales para hacer té: la manzanilla alemana o matricaria y la romana o común. Sus pequeñas flores, que recuerdan a las margaritas, contienen flavonoides, compuestos que le otorgan muchas de sus propiedades saludables.
Medical News Today destaca que la manzanilla es segura y bien tolerada por la mayoría de las personas, a menos que tengan una alergia a esta hierba.
Diversos estudios investigaron los beneficios del té de manzanilla. Entre sus propiedades, se incluyen las siguientes:
Esta infusión es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas, útiles para reducir los cólicos menstruales.
Una investigación de 2019 publicada en el Journal of Pharmacopuncture encontró que tomar té de manzanilla alivia la inflamación del vientre y los calambres. También ayuda a sentir mayor relajación en momentos de incomodidad.
Según Healthline, el té de manzanilla puede aliviar molestias digestivas como náuseas y gases.
Estudios en animales sugieren que ayuda a prevenir úlceras estomacales y controla la diarrea, gracias a sus propiedades antiinflamatorias que reducen la hinchazón abdominal.
Esta bebida natural contribuye a un sueño reparador. Un artículo en WebMD señala que la manzanilla puede disminuir la ansiedad y reducir la tensión, lo cual facilita conciliar el sueño.
Además, un estudio de 2019 de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos reveló que tras dos a cuatro semanas de consumo regular de manzanilla, se disminuyen los síntomas de ansiedad, mejorando la calidad del sueño.
Tomar té de manzanilla podría reducir los niveles de glucosa en sangre, ya que sus componentes antiinflamatorios protegen las células del páncreas, promoviendo una adecuada producción de insulina.
Un estudio con 50 personas demostró que el consumo de té de manzanilla dos veces al día durante cuatro semanas ayudaba a mantener niveles de glucosa controlados y mejoraba la función renal en personas con diabetes. Sin embargo, se debe considerar como un complemento y no como un sustituto del tratamiento médico.
Los antioxidantes como la apigenina presentes en la manzanilla pueden disminuir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, al proteger a las células del daño de los radicales libres.
Un estudio en más de 500 personas reveló que aquellos que consumían té de manzanilla de dos a seis veces por semana tenían menor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides. Además, otros flavonoides ayudan a mejorar la salud cardiovascular, al reducir el colesterol LDL o “colesterol malo” y favorecer la presión arterial, aunque se necesitan más estudios.
Por otro lado, la manzanilla puede ayudar a aliviar los síntomas del resfriado común, aliviando la irritación en la garganta y proporcionando un confort adicional.
Preparar este té es sencillo. Se pueden seguir estos pasos:
Es importante recordar que quienes son alérgicos a la manzanilla deben evitar su consumo. Además, si estás embarazada o tomás medicamentos, es ideal consultar a un médico antes de incluirlo en la rutina.
Por Susana Carrasco