Cristina Kirchner anunció su reaparición pública para este sábado en Quilmes, con la intendenta camporista Mayra Mendoza, y adelantó críticas a lo que llamó el “experimento del anarco-capitalismo” de Javier Milei. En paralelo a lo que será el primer discurso de la ex mandataria luego de la derrota de Unión por la Patria, el aniversario de la elección de 2003 en la que Néstor Kirchner entró al balotaje y terminaría electo presidente vuelve a exponer la discusión interna en el peronismo.
“Es una buena oportunidad para reflexionar sobre este particular momento de la historia argentina, sobre este experimento del anarco-capitalismo y el sacrificio inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino”, apuntó Cristina en su posteo para confirmar su presencia en la inauguración del microestadio Néstor Kirchner, en un acto en el que hablará Mendoza y cerrará la ex presidenta.
El anuncio se concretó al día siguiente de la masiva marcha universitaria en defensa de la educación pública y en contra del Gobierno, en la que durante la tarde la ex mandataria saludó por el balcón del Instituto Patria, sobre la calle Rodríguez Peña, con un buzo de la UNLP, aunque ella lo ligó a la cadena nacional de Milei del lunes por la noche.
Cristina Kirchner saludó con un buzo de la Universidad Nacional de La Plata, en el balcón del Instituto Patria.“Escuché al presidente explayarse sobre el resultado de su gobierno al que calificó de ‘milagro económico’ y ‘hazaña de proporciones históricas a nivel mundial‘, indicando que el mismo sólo es posible por el esfuerzo de la ‘mayoría de los argentinos que están sufriendo’ pero que esta vez ese esfuerzo ‘va a valer la pena’”, señaló uno de los ejes que tendrá su discurso.
“La marcha no incidió, ya estaba decidido desde antes. Llegó el momento de hablar en virtud de lo que dijo Milei en la cadena nacional”, reforzaron desde su entorno. Cristina reaparecerá públicamente -el 14 de febrero se había pronunciado con un documento de 33 páginas- unos días después de que la interna en el propio espacio kirchnerista quedara al descubierto con las críticas de Andrés Larroque y Mario Secco a La Cámpora, y las respuestas de la propia Mendoza y Mariano Recalde.
Una discusión a cielo abierto sobre los métodos para la toma de decisiones con la mirada en la próxima lapicera electoral, con la particularidad de que en este caso la puja quedó planteada entre referentes del espacio conducido por Cristina. Desde La Cámpora plantearon que los embates a Máximo Kirchner implicarían un desafío al liderazgo de la ex presidenta.
Pelea en el interior del kirchnerismo
Axel Kicillof buscaba mantenerse al margen de la disputa, esta vez también intentó tomar distancia -Larroque y Secco orbitan al gobernador- aunque no lo consiguió y la tensión quedó de manifiesto en las actividades que compartió con Mendoza en Quilmes y Damián Selci en Hurlingham.
Caras de pocos amigos, en las fotos que subió a sus redes Mayra Mendoza de la visita de Axel Kicillof a Quilmes.El mandatario bonaerense fue invitado a la inauguración del polideportivo Kirchner en la que hablará Cristina, aunque hasta la noche de este miércoles no había confirmado su asistencia. Un rato antes de que la ex presidenta anunciara su reaparición el sábado -a las 16-, Jorge Ferraresi había posteado que armará otro acto ese mismo día -más temprano, a las 13- para inaugurar el Centro Cultural Kirchner en la Isla Maciel. El intendente de Avellaneda, uno de los que en el último tiempo movió para enfrentar a La Cámpora, aseguró que estará acompañado por Kicillof.
También en su momento alineado con Cristina, Ferraresi dejó hace unos meses la vicepresidencia del Instituto Patria y rompió el bloque de concejales en Lanús, el municipio conducido por el camporista Julián Alvarez, entre otras señales para posicionarse en la discusión de la nueva etapa, y empujar a Kicillof a una mayor centralidad.
La ex presidenta enfocará su discurso en las críticas al Gobierno, aunque el auditorio -”invitamos todo el peronismo de la provincia”, contaron en Quilmes- también estará atento a si incluye alguna referencia a esa discusión, más allá de su presencia justamente en Quilmes. “Ella está enojada con la interna, no le gusta que se exprese de manera pública”, marcaron cerca de Cristina.