Por más que en el Gobierno respiren aliviados con las encuestas que afirman que el escándalo de la criptomoneda $LIBRA no mueve la aguja en términos electorales, los temores de que la figura de Javier Milei quede salpicada no se terminan de disipar. A las denuncias judiciales en el plano local, se agregan los avances de la oposición para investigar el caso desde el Congreso, y ahora también una denuncia en los tribunales de Nueva York que le dará visibilidad internacional a la estafa.
Es por eso que en el ámbito político surge el interrogante inevitable: ¿podría este caso interferir con el intento de reelección de Milei en 2027, ya sea por la vía de un impedimento jurídico o por el efecto político de la investigación?
Más aún: ¿podría el proyecto Ficha Limpia volverse contra el propio presidente y colocarlo en la categoría de los funcionarios impedidos de postularse por haber hecho uso indebido de sus facultades?
Sobre estos temas se debate en estas horas, sobre todo tras haberse confirmado la primera demanda colectiva de “estafados $LIBRA” ante la Corte Suprema de Nueva York. La primera reacción en el oficialismo fue de relativo alivio, al constatar que ni Milei, ni su hermana Karina ni ningún argentino vinculado con el presidente aparecen entre los imputados.
Sin embargo, quienes están familiarizados con las estrategias procesales advierten que el gobierno haría mal en creer que la causa no afectará al presidente.
La explicación es que resulta algo lógico y esperable que la demanda comenzara por los empresarios residentes en Estados Unidos, que son quienes tienen parte del dinero, que no son funcionarios de ningún gobierno y a quienes resulta más fácil llevar ante un estrado judicial. Por el contrario, iniciar una causa apuntando directamente contra el presidente en funciones de un país aliado de Estados Unidos supondría un trámite lento, dificultoso y de desenlace imprevisible.
Por eso, hay cierto consenso respecto de que lo más fácil es acusar a las caras más visibles de $LIBRA, como Hayden Davis y Julian Peh, los dos empresarios del mundo cripto que se conocieron con Milei el año pasado durante la realización del Tech Forum organizado por los controvertidos Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy.
Davis, a esta altura, es considerado un creador serial de “shitcoins” -el equivalente de los bonos basura en el mundo digital-. De hecho, a pesar de estar incluido en el Aviso Rojo de Interpol por sus estafas, acaba de lanzar el token Wolf -bautizado así en homenaje al “lobo de Wall Street”-.
La denuncia de $LIBRA roza a Javier Milei
¿Por qué Milei no está exento de problemas, aunque no aparezca entre los acusados? Para empezar, porque el propio texto de la demanda menciona al presidente como parte de la estrategia de los acusados para dar a su estafa “una apariencia de legitimidad y una falsa confianza en el potencial económico”, al vincularlo con inversiones en la economía real argentina.
Hasta ahí, el presidente argentino podría alegar que en la demanda se confirma que fue engañado de buena fe en una inversión cuya complejidad él no domina. Sin embargo, la demanda utiliza expresamente la palabra “promoción” y no “difusión”, lo cual contradice la estrategia defensiva del presidente.
Hay una discusión legal sobre si el caso $LIBRA debe encuadrarse como una violación a las regulaciones de los mercados de capitales o si se aproxima más a una publicidad engañosa.
En cualquier caso, hay abogados que creen que los imputados tratarán de deslindar responsabilidad señalando al entorno de Milei, como ya han hecho en público tras el desplome de su memecoin. En otras palabras, que resultará imposible que el presidente o gente cercana a él no sea indagada en la causa del juzgado neoyorquino.
El riesgo político de Javier Milei
Pero, más allá de cómo se desarrolle el caso en los estrados neoyorquinos, está la repercusión política y la manera en que pueda afectar la imagen de Milei. El caso asegura que el escándalo $LIBRA siga poniendo la cara del presidente argentino en los principales medios financieros del mundo, pero esta vez no para hablar del “milagro económico argentino”.
Entre los seguidores de Milei hay quienes se muestran confiados en que los tiempos de la justicia jugarán a favor, porque puede tratarse de una investigación larga, de manera que cuando se hayan completado las respuestas de los demandados y se expidan los jueces, ya se estará en la campaña electoral presidencial. Pero otros señalan que ahí precisamente reside uno de los riesgos para el oficialismo.
El politólogo Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, advierte que quienes “celebren como si fuera prueba de inocencia” que en la demanda presentada en EE.UU. no se haya demandado al presidente, “es síntoma de que aún no se dimensiona realmente la gravedad de lo hecho por Milei”.
Lo cierto es que la oposición está decidida a sacar el máximo provecho político de este caso, y mientras en Estados Unidos avanza la demanda contra los organizadores de $LIBRA, en el Congreso se impulsa una investigación de consecuencias impredecibles.
La conformación, en la Cámara de Diputados, de una investigación a cargo de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento tiene el intento de convocar a una lista de figuras de alto perfil, que podrían incluir a Karina Milei, al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y que podría salpicar al propio presidente de la cámara, Martín Menem.
Es obvio para todos el impacto mediático y político que tendría la comparecencia de funcionarios ante diputados que hagan preguntas incómodas sobre reuniones con empresarios cripto de dudosa reputación, y que indaguen sobre las denuncias de otros protagonistas de ese mundo sobre pedidos de coimas para acceder a reuniones con Milei.
Es por eso que la oposición ha denunciado que, tras la escandalosa sesión levantada por Martín Menem, en medio de la escena de pugilato entre dos diputados oficialistas, quedó en evidencia la intención por dilatar por cualquier vía la investigación parlamentaria sobre Libra. Por lo pronto, resultó sugestivo el hecho de que la convocatoria a tratar el DNU sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se haya hecho justo para la jornada del miércoles, cuando estaba prevista la firma de dictamen de las comisiones que siguen el tema $LIBRA.
Ficha Limpia, ¿un boomerang para Javier Milei?
Las dudas respecto del efecto político sobre Milei se potencian, además, por la difusa situación en que se encuentra el proyecto “Ficha Limpia”, que ya tiene media sanción de Diputados. El gobierno acaba de reactivar su tratamiento en el Senado, en un gesto que todos interpretaron como una presión contra el kirchnerismo, para que no interfiera en la designación de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, nombrados por decreto para la Corte Suprema.
Desde el momento en que el tema se impulsó por primera vez, por parte del PRO que lidera Mauricio Macri, quedó planteada la suspicacia respecto de si Milei realmente quería avanzar con el tema o si prefería guardarlo como amenaza para utilizar contra Cristina Kirchner en situaciones en que viera amenazada su estabilidad política.
Lo cierto es que, en su momento, cuando el oficialismo hizo fracasar el proyecto original, la justificación que se daba desde las filas libertarias era que, tal como estaba planteado, Ficha Limpia podría en algún momento convertirse en un “efecto boomerang” que utilizara el peronismo para dejar fuera de la carrera electoral al propio Milei.
Para sostener ese argumento, señalaban el antecedente de Brasil, donde aparecía una situación paradójica: el proyecto de Ficha Limpia terminó volviéndose en contra de todos los que, en su momento, celebraron su aprobación.
Lo sufrió en su momento Lula Da Silva, pero ahora también lo padece Jair Bolsonaro. En el país vecino, donde la corrupción política es un tema de primer nivel en la agenda de preocupación ciudadana, el proyecto Ficha Limpa se impulsó en 2010 durante el segundo mandato del Partido de los Trabajadores. Su ideólogo fue un juez, Marlon Reis, que logró el proyecto fuera apoyado con su firma por 1,3 millones de ciudadanos.
Tras haber celebrado la prisión de Lula y su impedimento de ser candidato, fue el propio Bolsonaro quien, irónicamente, terminó siendo víctima de Ficha Limpia, en una situación que él denuncia como proscripción. El Tribunal Superior Electoral encontró culpable a Bolsonaro de haber atentado contra el normal desarrollo de los comicios de 2023, al usar su posición de jefe de Estado para “degradar el ambiente electoral”, crear un estado de “paranoia colectiva” y de difundir informaciones falsas.
Esos temores de que se generase un arma de doble filo, como ocurrió en Brasil, llevó a que el oficialismo redactara la “alternativa superadora”. Mantiene la prohibición de la candidatura para quien tenga doble condena, pero establece que la sentencia debe haber sido pronunciada seis meses antes de las elecciones -en la versión original, los libertarios pretendían que ese plazo fuera aún más largo-.
Tal como se redactó -y se votó en Diputados- el proyecto implicaría el impedimento de Cristina Kirchner para postularse en las próximas legislativas de octubre.
En el momento en que se votó faltaban cuatro días para que estallara el escándalo $LIBRA. Y lo que hasta ese momento se planteaba como mera hipótesis -un enjuiciamiento del presidente- ya tomó un cariz de situación factible.
Aun así, teniendo en cuenta los típicos tiempos procesales, resulta difícil pensar que Milei pueda recibir una condena en primera instancia y luego una ratificación en la Cámara de Casación antes de un año y medio. Por lo que, incluso en el peor de los escenarios, no parece que Ficha Limpia lo pueda afectaren su intento reelectoral.
En cambio, el impacto político de varias investigaciones avanzando en paralelo, dentro y fuera del país, podría tener un efecto todavía no dimensionado.