En varias zonas agrícolas el girasol aumentará significativamente el área sembrada. La causa es muy simple, se ofrecen forwards a 420 a 440 dólares por tonelada para entrega en marzo de 2025, según tenga como destino las fábricas o la exportación. Este valor aniquila la posibilidad de obtener una renta parecida con la soja, con precios del orden de 280 dólares por tonelada. Así, en el sur bonaerense, una de las principales zonas de producción, “es el único cultivo que da un resultado final positivo en campo alquilado. La soja de primera arroja pérdida en las planillas de excel”, compara Alejandro Vejrup, gerente de la cooperativa Alfa de Tres Arroyos.
Con precios de 420-440 dólares por tonelada el rinde de indiferencia se derrumba de 2300 kilos por hectárea a 1700 kilos. Por esa razón, en el sur bonaerense, los productores van a seguir sembrando girasol hasta fin de noviembre aprovechando las últimas lluvias. “No obstante, algunas hectáreas de soja van a implantar para el pago de los arrendamientos y como cultivo de segunda, para buscar una revancha en los lotes de trigo, muchos de los cuales no rendirán más de 2500 kg/ha”, aclara Vejrup.
El precio de 420 -440 dólares por tonelada no es por azar. Es el resultado de una caída muy fuerte de la producción mundial (4,8 millones de toneladas), equivalente al 11%. Por esa causa, “la relación con stock/consumo está en niveles bajísimos -4,8%- que refleja una escasez extrema”, advierte el consultor Jorge Ingaramo. La caída tiene su origen en una mala cosecha en el hemisferio norte, donde Rusia estimaba cosechar 17,1 millones de toneladas y finalmente cayó a 16 millones de toneladas; Ucrania esperaba 15,5 millones de toneladas y bajó a 12,5 y la Unión Europea tenía previsto cosechar 10,1 millones de toneladas y recolectó 9.4. “No hay que olvidar que Rusia y Ucrania representan el 55% de la producción mundial de grano de girasol y el 80% de la producción de aceite; ambos países fueron afectados por el clima y por la guerra desde la campaña 2021 22″, destaca el analista.
Según Ingaramo, los altos precios del girasol se mantendrán hasta octubre de 2025, cuando entre la nueva cosecha de los países del hemisferio norte; es decir, los productores argentinos podrían disfrutar de diez meses de buenos precios de un cultivo que no ha sufrido incrementos en los costos de producción.
Conforme a los criterios de