Nuevo desafío italiano a Europa. El Congreso transalpino se ha negado este jueves a ratificar la reforma del tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad, conocido por su acrónimo MEDE. La decisión, apoyada por el Gobierno de Giorgia Meloni, supone una nueva traba a este mecanismo, creado para ayudar a países en apuros, especialmente en caso de crisis bancarias, y cuya última reforma suponía un paso más hacia la unión bancaria.
Italia, el único país de la eurozona que aún no había firmado la reforma, la ha rechazado en medio de grandes polémicas y divisiones. En concreto, sólo 72 diputados de la oposición se dijeron favorables a la reforma del MEDE, mientras que 44 se abstuvieron y 184 se mantuvieron contrarios. Entre estos últimos además ha habido confrontación dentro de los socios gubernamentales, puesto que Hermanos de Italia de Meloni y la Liga de Matteo Salvini votaron en contra, mientras que Forza Italia, formación cuyo rostro visible es hoy Antonio Tajani, se abstuvo.
Una reflexión para Europa
Con ello, Salvini, el líder de la Liga, ha festejado la decisión del Congreso, al considerar que “así jubilados y trabajadores italianos no correrán el riesgo de tener que pagar el rescate de bancos extranjeros”. En este tono, Salvini ha añadido que, “dado que Italia ya había entregado dinero a este mecanismo y no sirve, también podemos pedir que nos devuelvan el dinero”.
En cambio, desde la Presidencia del Consejo de Ministros italiana se ha sugerido que la situación puede ser “la ocasión para que se emprenda una reflexión en Europa sobre otros posibles cambios del tratado, más útiles a toda la eurozona”, según publican los medios italianos.
Campaña electoral
Estas declaraciones se producen después de que, en los pasados años, algunos partidos de la actual coalición gubernamental italiana sugirieran que la medida iba a aumentar los costes de la deuda soberana del país. Tanto así que, en una entrevista de julio pasado, la primera ministra Meloni ya había adelantado que Roma no ratificaría el acuerdo a causa de que eso sería «contrario al interés de Italia”.
No obstante, otros analistas afirman que el riesgo ahora es que en el futuro “ningún país [de la eurozona] pueda recurrir a este mecanismo en caso de necesidad”, en una situación de crisis bancaria o económica. Y que, a continuación, Italia, u otro país no afectado inicialmente, se vea contagiado por cualquier crisis que estalle en la UE, según ha considerado el periodista especializado en temas económicos Federico Rubini en las páginas de Il Corriere della Sera.
En otro apartado, Matteo Renzi, líder de la pequeña formación Italia Viva, ha considerado que la decisión evidencia que la mayoría gubernamental ya se encuentra “en campaña electoral”, de cara a los comicios europeos del año que viene. Por eso, “ha ganado la línea Salvini”, ha añadido el político italiano.