Un día después del shock que produjo el anuncio de Pedro Sánchez de que cancela su agenda para decidir si dimite como presidente del Gobierno tras el “acoso” a su esposa, Begoña Gómez, sus colaboradores más cercanos se encuentran volcados en convencerle de que no debe tirar la toalla. En público y en privado. “Estamos concentrados en que la decisión que tome el lunes sea la de continuar en este proyecto, que está siendo un proyecto de éxito en el que hay mucha gente implicada. Pero todo tiene un límite en la vida”, ha señalado este jueves la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Tras conocerse que un juez había admitido a trámite, a espaldas del fiscal, una querella de la organización ultra Manos Limpias contra su mujer por tráfico de influencias, en una maniobra que el Ejecutivo considera que carece de cualquier fundamento jurídico y es una “patraña”, Sánchez publicó por sorpresa una carta sin precedentes. En ella, anunciaba que necesitaba pensar si “merece la pena” continuar al frente del Ejecutivo, que suspendía su agenda hasta el lunes (ausentándose así de los mítines que tenía programados en la campaña catalana y del comité federal del PSOE este sábado en Madrid) y que el próximo lunes anunciaría su decisión.
Pero puede que transmita antes de ese día si continúa, como le piden los suyos, o se retira, abriendo así un escenario que podría ser una convocatoria electoral o una nueva investidura de otro candidato del PSOE. En una entrevista en Radiocable, otro de los dirigentes más cercanos al presidente, Félix Bolaños, ministro de Justicia, ha señalado que quizá Sánchez haga el anuncio “dentro de tres días”.
No está decidido. En lo que se esfuerzan ahora los dirigentes socialistas, y también las federaciones del PSOE, es en persuadir a Sánchez de que continúe en el cargo. “Estamos concentrados en intentar que le lleguen energías positivas, que se recupere de este cansancio que no es nuevo. Esta campaña de deshumanización empieza desde la moción de censura, incluso antes”, ha insistido Montero.
“Estamos en ver qué democracia queremos. Cuál es la calidad de la democracia. ¿De verdad queremos que haya una parte de la población, los políticos progresistas, que tienen que sufrir un precio personal enorme, de mentiras continuas, de falsedades, de intimidación en la acción de Gobierno? Hoy se está hablando de democracia, de si queremos una democracia tóxica o una en la que todo el mundo pueda hacer política sin estar sometido a una persecución cruel como la que está sufriendo el presidente”, ha añadido Bolaños, que ha culpabilizado de esta campaña a la derecha y la ultraderecha, no solo a la política, sino también a la mediática.
El ministro, al igual que la vicepresidenta, ha dejado claro qué decisión cree que debe tomar Sánchez. “Tenemos que ser claros. No nos puede doblar el pulso la jauría extremista. Tenemos que seguir haciendo política para la gente”, ha dicho, justo antes de insistir en que no sabe qué acabará haciendo el jefe del Ejecutivo.
«Parar y reflexionar»
El presidente del Gobierno justifica su decisión en la carta a la ciudadanía por una campaña de “acoso y derribo” desde que llegó a La Moncloa y que ahora abría traspasado todas las líneas rojas al afectar a su esposa, investigada por tráfico de influencias. Una estrategia ante la que quiere reflexionar junto a su mujer sobre si “merece la pena todo esto”.
“Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa», sostiene en una inédita y personal misiva. Sánchez argumenta que la denuncia contra Begoña Gómez no es “porque haya hecho algo ilegal», sino por ser su esposa.
De esta estrategia del “fango” acusa como “colaboradores necesarios” a PP y Vox “junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias”, que puso la denuncia que dio lugar a la apertura de diligencias previas. Por este motivo, Sánchez traslada que necesita “parar y reflexionar”. “Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, explica.