Emilce Vernieri nació en Mendoza y desde chica estuvo influenciada por el hechizo de la moda. Su mamá tenía un local de ropa que mantuvo cuando se mudaron a Lima, partido de Zárate. A esa altura, Emilce tenía siete años y su vida giraba alrededor del negocio materno. Ayudaba en los desfiles, participaba y estaba presente de diferentes maneras, hasta llegó a hacer con los años un curso de modelaje. Sin darse cuenta estaba metida de pies y cabeza en el mundo textil. A la hora de elegir un destino profesional no lo dudó. Cursó Diseño de Indumentaria y Textil en la UBA y se apasionó con la carrera. “Me enamoré de lo que había elegido y desde ahí nunca me separé de este mundo. Hace 21 años que estoy en el rubro en todas sus versiones”, recuerda en su charla con NOTICIAS.
Hoy es dueña y directora creativa de Sylvie Burstin Emm & Val. Junto con su socia Valeria Hillebrand, también directora creativa, llevan adelante el legado de Sylvie Burstin, la emblemática marca de alta costura argentina, que aggiornaron y adaptaron a los tiempos actuales y a las nuevas generaciones.
Noticias: ¿Cómo fue su recorrido en el mundo del diseño?
Emilce Vernieri: Hice vestuario de cine, de televisión, de publicidad, asesoría de imagen, trabajé en algunas marcas, experimenté con accesorios. Después formé junto con una productora audiovisual una productora donde sólo hacíamos fashion films para marcas. Hasta que en 2009 conocí a mi socia Valeria Hillebrand y empezamos a hacer accesorios para marcas, diseñadores, sastres. La marca que creamos se llamaba Haute Couture Vebrand Accessory y nos fue muy bien. Desde el minuto uno que la conocí a Vale jamás dejamos de trabajar juntas. Estudiamos joyería clásica, un oficio que compartimos mucho con Manfred Vogel, diseñador de Nina Ricci París. En los noventa Sylvie Burstin, que ya tenía su propia marca, trajo la marca y la producción de Nina Ricci. Fue la única persona que trajo a producir una alta costura de París a Buenos Aires. Cuando en 2001 Nina Ricci decidió retirarse de Argentina, Sylvie se quedó con Manfred y siguieron trabajando juntos en Sylvie Burstin haute couture. En 2014 entró Vale y al año siguiente ingresé yo, las dos como directoras creativas, y a partir de ahí trabajamos los cuatro en conjunto. A los tres años Manfred quiso retirarse, Sylvie también se retiró, y quedó a cargo su hijo Claudio y nosotras seguimos como directoras creativas. Finalmente, en 2021 tomamos la decisión de comprar la marca.
Noticias: ¿Qué representa para ustedes ser las dueñas de una marca emblemática de la alta costura argentina?
Vernieri: Cuando decidimos tomar la marca fue como saltar al abismo, pero sabíamos que había una red. Esa red fue la convicción que teníamos. Nosotras no venimos de un entorno empresarial, fue una decisión que se tomó a pasión. Teníamos conciencia de la trayectoria, de la clientela, esa clientela que te exige, que te lleva a nuevos desafíos a la hora de crear. Era una picardía no hacerlo.
Noticias: ¿Qué le faltaba a la marca y cómo es hoy?
Vernieri: Sylvie Burstin se estaba como desvaneciendo, se estaba perdiendo, se estaba en cierta forma como muriendo. Le faltaba vitalidad, vigencia, impronta joven. Sentíamos que había que desacartonar la alta costura argentina, teníamos todo muy empaquetado, muy ostentoso. Nuestra primera colección se llamó Lujo Despojé porque todos estamos más relajados post pandemia. Hoy lo que tenemos como premisa y como misión de la marca es llevar la alta costura a las nuevas generaciones, mantenerla vigente. Para eso tenemos que escuchar a los jóvenes, tenemos que ver hacia dónde van, ir hacia ahí sin perder lo que implica la alta costura.
Noticias: ¿Qué implica la alta costura hoy a nivel internacional?
Vernieri: Hay de todo, inclusión, sustentabilidad. Copenhague tiene un fashion week de alta costura sólo sustentable. Es pensar en lo que piensan las nuevas generaciones, es estar en el lujo con el detalle, no en la ostentación desmedida, sino con un cuidado. Es el detalle, la dedicación, el diseño, lo exclusivo. Es un trabajo artesanal y delicado.
Noticias: ¿Cómo trabajan ustedes?
Vernieri: Nosotros viajamos y elegimos personalmente los textiles en Italia, París, Londres, China, India. Tenemos un contacto directo con el producto, todo está pensado. Hacemos los géneros en nuestro propio atelier, yo hago los teñidos, los colores, por eso tenemos una paleta muy propia, que no se consigue en el mercado. Los bordados en hilos de seda son los dibujos de Vale, son situaciones que pensamos entre las dos, vamos viendo qué no hay en el mercado, qué nos piden. Todo lo que nos piden se vuelca en dibujos muy plásticos, eso es lo que se ve plasmado y hemos generado patrones que son propios nuestros. Y hay muchísimo trabajo a mano. Nuestros diseños son siluetas bien elegantes, sexys, frescas, sensuales. No caemos ni en lo burdo ni en lo acartonado ostentoso.
Noticias: Hace poco presentaron la colección Picardía en la Semana de la Alta Costura en el Teatro Colón.
Vernieri: Estábamos en París para presentar una mini colección y descubrimos que la Rue -Saint Honoré, donde hay muchas marcas de lujo, lleva el nombre del patrono de los panaderos, porque en otro momento en esa calle estaban los negocios de los panaderos, y que ese santo era de la región Picardía. Nos gustó y ahí decidimos ponerle ese nombre a nuestra colección. Porque siempre que damos un paso adelante le encontramos la gratificación de haber continuado la marca. Entonces, hubiese sido una picardía no haber continuado con Sylvie Burstin, y ahí quedó picardía.
Noticias: ¿Cómo es trabajar juntas y qué rol tiene cada una?
Vernieri: Vale es una tremenda obsesiva, muy meticulosa, muy rigurosa, está en la parte de ejecución de las prendas, y es la que transmite todo lo aprendido de la construcción de la alta costura parisina que tuvimos con Mandref y con Sylvie a las manos que tienen ganas de aprenderlo. Es un oficio que requiere paciencia, detalle, dedicación y hemos formado un equipo maravilloso. Pero las dos terminamos todos los vestidos, todos están intervenidos por nosotras. Yo estoy más en la parte de estrategia, en la conexión con el cliente, en lo que busca, en lo que se viene, en lo que vamos a hacer. Pero más allá de esta división laboral, siempre estamos unidas y alineadas. De hecho, fuimos pareja siete años.
Noticias: Y siguen trabajando juntas
Vernieri: Nos conocemos un montón y el vínculo ha pasado por muchas metamorfosis, pero siempre trabajamos juntas. Siempre nos tuvimos mucha admiración y somos muy profesionales y muy serias en el trabajo. Siempre supimos separar lo personal de lo laboral, por eso podemos seguir trabajando juntas como socias sin ser pareja.
Noticias: ¿Quiénes son sus clientes?
Vernieri: Nosotras hacemos piezas de arte textil en alta costura. Si bien la mayoría de nuestros clientes son mujeres, la marca no tiene género y está abierta a cualquier persona que elija llevar nuestras prendas. Son personas que les gusta la dedicación, lo exclusivo, lo delicado, cómo las atendemos, cómo las escuchamos. Tenemos muchas horas de charla, conversamos con los clientes antes de ponernos a diseñar, y después materializamos el sentir de las personas que nos eligen.
Noticias: ¿Cómo hacen para sostener una marca de alta costura en un país con tantos vaivenes económicos?
Vernieri: Estamos en el rubro desde hace veinte años. Tomamos la decisión de continuar esta marca en una de las crisis más profundas y de mayor agonía, la veo eterna, no veo recuperación. Me refiero a la crisis después de la pandemia. Por eso estamos muy atentas a qué cambios hacer o hacia dónde ir. Por ejemplo, nos ajustamos y desde el vamos hacemos colecciones vendibles. Nos encantaría volar un poco más, pero no estamos para hacer colecciones que queden en un perchero. Tenemos dos líneas, las piezas hechas a medida y las piezas de perchero que también son exclusivas porque son únicas, se hace una sola por modelo, y eso se renueva permanentemente, nunca se deja de hacer vestidos para el salón.
Noticias: ¿Cuáles son sus perspectivas y objetivos?
Vernieri: Tenemos como objetivo buscar un mercado internacional. Lo que hacemos es un producto que se puede aplicar en cualquier otro lugar. Tenemos clientes de distintas partes del mundo, pero tenemos ganas de proyectar la marca en el extranjero. Otro objetivo es empezar a hacer colecciones un poco más conceptuales con respecto a la sustentabilidad. Si bien la marca no tiene desperdicio, maneja en su noventa por ciento textiles de origen natural, no usa derivados del petróleo, queremos hacer prendas con géneros que sean aún más sustentables.
Noticias: ¿Cómo se complementa su vida?
Vernieri: Soy muy workalcoholic y estoy dedicada a la marca la mayor parte de mi tiempo. Más allá de eso, me encanta la tecnología, la inteligencia artificial, estoy constantemente haciendo cursos, viendo lo que se viene, es imposible escapar a eso. Me gustan los viajes, es donde más me enriquezco, amo estar en los museos, amo estar en contacto con los movimientos nuevos de chicos jóvenes, las marcas nuevas. El contacto directo con las nuevas generaciones es uno de los espacios más lindos que puedo llegar a tener.