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Resiliencia ante un giro inesperado que cambia la vida

Un vehículo circulando a 110 kilómetros por hora en la ciudad, tras saltarse dos semáforos, hizo que la vida de Paco diera un giro de 360 grados hace ocho años. La de Mario cambió cuando un día cualquiera de playa se disponía explorar unos acantilados que daban al mar. Ellos al menos lo pueden contar. Tras días en coma, años de terapia y un duro duelo de aceptación hoy van en silla de ruedas sorteando los obstáculos de accesibilidad que se encuentran a su paso, no sólo en lo que respecta a barreras arquitectónicas. Como ellos, son muchas las personas que sufren un accidente que le provoca un lesión medular que les deja sin poder caminar de por vida. Es por ello que desde Aspaym, una federación de la que forman parte, no cesan en sus campañas de prevención para que sean menos las víctimas de siniestros fortuitos que en muchas ocasiones tienen detrás la imprudencia o el despiste humano.

Francisco Pedrosa, divisar la vida desde una silla

Francisco Pedrosa, presidente de Aspaym Córdoba, tiene 56 años y hace ocho que divisa la vida desde una silla. Iba con su vespa negra por la avenida Carlos III, en Córdoba capital, cuando un conductor que al parecer atravesaba un momento complicado a nivel emocional se saltó dos semáforos en rojo a 110 kilómetros por hora llevándose a Paco y a su moto por los aires. El vehículo quedó destrozado y él voló. Tras ello, pasó 31 días en coma. «Le dijeron a mi familia que si salía, no sabían cómo iba a salir», dice. Pero con mucho cuidado, rehabilitación y esfuerzo realizado durante seis meses en el Instituto Guttmann de Neurorehabilitación de Barcelona salió adelante. «Lo primero fue asignarme un psicólogo a mí y a mi familia», señala Paco, que recalca la importancia de la salud mental en este duelo. En la actualidad, ha tenido que dejar su trabajo pero, afortunadamente, se desenvuelve perfectamente con su silla de ruedas y lleva una vida normal. «Yo he llevado a mi hija a Granada cuando estaba estudiando, me voy de vacaciones y hago todo como antes, salvo limitaciones», afirma.

Francisco Pedorsa es el actual presidente de Aspaym Córdoba.

Francisco Pedrosa es el actual presidente de Aspaym Córdoba. / Ramón Azañón

Marío López, cambiar de vida

Mario López, por su parte, tiene 34 años y cuando tenía 21 sufrió un accidente que también lo dejó en silla de ruedas. Por el golpe que sufrió perdió la memoria de ese día. Lo único que recuerda es estar en la playa y subir con unos amigos a unos acantilados en Almería. Después de eso cayó. No saben cómo, si resbaló o alguien lo empujó. Tampoco se lo han resuelto nunca los testigos presenciales de ese día. Esa caída a las rocas le provocó un traumatismo craneoencefálico severo y rotura de columna. Tras un mes en coma en el Hospital Torrecárdenas de Almería lo trasladaron al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde permaneció 18 meses. «Lo más duro fue cuando asimilé lo que me esperaba, perder amigos, relaciones. Todo. Cambiar de vida», cuenta Mario. Él es de Córdoba pero en ese momento se encontraba en Madrid, haciéndose un hueco como actor. Fueron muchas puertas las que le cerraron en ese momento, pero ahora ya está adaptado. Tiene pareja, se ha apuntado a teatro y está intentando formarse para encontrar un empleo.

Mario López sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas cuando tenía 21 años. | RAMÓN AZAÑÓN

Mario López sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas cuando tenía 21 años. | RAMÓN AZAÑÓN

También hay muchas víctimas de accidentes laborales y otros «más cotidianos de lo que pensamos» en los que la víctima tiene mala suerte y un mal golpe le provoca un daño en la médula.

Para dar apoyo a estas personas y también a otras discapacidades físicas, Aspaym Córdoba ofrece en su sede de Córdoba (calle Vázquez Aroca, 3) servicio de orientación, fisioterapia y ayuda a la evolución de los más de un centenar de socios con los que cuenta. «Cuando tienes un accidente y te produce la lesión, busca la asociación porque es la que te va a ayudar a resolver muchas cosas», explica el presidente. Lo más demandado es el servicio de fisioterapia, que es lo que llegan buscando muchos antes de llegar a encontrar un apoyo a nivel emocional para aceptar la nueva situación. De ahí que sea fundamental la ayuda psicológica con la que, hasta ahora, no ha podido contar Aspaym.

La asociación, en colaboración con la UCO, trabaja actualmente en el proyecto Aspaym Innova, con el que buscan responder a las necesidades específicas de personas con lesión medular a través de cuestionarios. Una vez finalizada la primera fase han encontrado una carencia enorme a nivel de autoestima. En este sentido, Ainhoa, la trabajadora social, asegura que siempre se destinan muchos recursos a la recuperación física pero que hay un déficit en la atención psicológica. Además de ello, también han percibido problemas de accesibilidad en la ciudad contra los que el colectivo seguirá luchando para seguir creciendo y que la vida de sus usuarios vaya a mejor. Uno de sus sueños es poder construir un centro de día en Córdoba.

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