La jefa del Departamento de Inmunizaciones, Eliana Medina, en diálogo con CIUDAD TV, remarcó que entre las estrategias vigentes en su área, se encuentra la campaña de vacunación contra el virus sincicial respiratorio, iniciada el 1 de enero, destinada a personas gestantes entre las semanas 32 y 36 de embarazo. “Es una vacunación que se va a hacer hasta agosto con el objetivo de prevenir la bronquiolitis en el gestante a través de la inmunidad que la madre pueda transferir al niño por nacer”, explicó.
Por otro lado, la campaña antigripal comenzó el 18 de marzo, aunque Medina aclaró que “la antigripal se coloca todo el año” y que en marzo “llegan nuevas cepas, teniendo en cuenta la circulación de los virus respiratorios que hay en el norte”.
La población objetivo incluye embarazadas (en cualquier trimestre), niños de entre 6 y 24 meses, personas mayores de 65 años, individuos con factores de riesgo entre 2 y 64 años, personal de salud, trabajadores esenciales y puérperas hasta diez días posparto. “Una persona que se vacuna puede padecer la influenza, lo que hace la vacuna es prevenir las complicaciones en ese grupo vulnerable”, detalló.
La provincia cuenta además con disponibilidad de la vacuna contra la neumonía para personas mayores de 65 años que no hayan recibido el esquema completo. “Nación nos provee vacunación para esta población objetivo, que se la considera vulnerable a padecer complicaciones que puede provocar la influenza”, resaltó.
Según Medina, el grupo vulnerable en Chaco alcanza a unas 200 mil personas, entre ellas 36 mil niños y 16 mil gestantes. Las dosis están distribuidas en vacunatorios públicos y privados de toda la provincia. “Se trabaja de manera articulada”, señaló.
Respecto de la cobertura, afirmó que “se mejoró un montón respecto de años anteriores”, aunque persisten desafíos en zonas alejadas como El Impenetrable, El Sauzalito, El Sauzal y Comandancia Frías. “Los vacunadores articulan y toman todos los medios para llegar”, aseguró.
También se refirió a la vacunación COVID, que registra baja cobertura. Recordó que se trata de un virus que “muta constantemente” y que “tiene una resistencia bastante importante”. Indicó que para personas mayores de 50 años con factores de riesgo, se recomienda un refuerzo cada seis meses; para menores de 50 años expuestos, como personal de salud, es anual; y para el resto de la población, también una dosis al año.
Desde 2019, las coberturas han ido en descenso. “En 2022 aumentaron un poco, pero es un trabajo diario y arduo que se tiene que hacer con la comunidad”, remarcó.
Sobre la vacuna Qdenga, destinada a personas nacidas entre 1986 y 2009, explicó que “no tenemos buena adherencia a la colocación de la vacuna”. Vinculó la baja demanda con la percepción del riesgo: “Este año tuvimos pocos casos de dengue confirmados. Ante la baja cantidad de casos, se diluye la percepción del riesgo”, indicó.
En ese sentido, Medina subrayó la necesidad de continuar con las tareas de eliminación del vector. “Hasta ahora se viene trabajando en la eliminación de criaderos”, aseguró, y mencionó la articulación con municipios, ministerios y escuelas. “El año pasado se hicieron muchos trabajos de terreno, saneamiento ambiental y conciencia ciudadana, teniendo en cuenta que es un mosquito domiciliario”, agregó.
Sobre los brotes de dengue, advirtió: “Solemos tener un promedio de uno cada cuatro años. El 2020 fue uno de los brotes más grandes y en 2024 hubo otro”. Afirmó que el plan integral busca evitar la reintroducción del vector a través de la vacunación y acciones en territorio.
Finalmente, informó que entre el 23 de abril y el 3 de mayo se desarrolla la Semana de la Vacunación en las Américas, durante la cual “el vacunador sale a hacer terreno constante, busca esa población vulnerable que por alguna barrera específica no puede acceder al centro de salud”. Se instalarán postas móviles en residencias de adultos mayores y se llevarán a cabo operativos integrales.